La reestructura financiera que enfrenta Aeroméxico implicará una reducción en su planta laboral de alrededor de un tercio de su tripulación, así como un nuevo modelo contractual que aligeraría el costo de sueldos y salarios para la aerolínea de cara al 2025.
De acuerdo con una presentación a inversionistas, la aerolínea contempla recortar su planta laboral, una medida que irá acompañada de la reducción en su flota, pues, como informó El Financiero, se desprenderán de 46 aeronaves al término de este año.
"Hay oportunidad para ajustar la composición de la fuerza laboral y brindar flexibilidad de avance. Se espera que las negociaciones sobre cambios contractuales a largo plazo produzcan resultados significativamente más competitivos y una estructura laboral variable", señaló la empresa.
Su recorte laboral sería similar al presupuestado para la flota, es decir, un tercio de pilotos y sobrecargos de la empresa tendrían que dejar de laborar, esto como parte del plan de reestructura de Aeroméxico bajo el Capítulo 11 de la Ley de Bancarrota en Estados Unidos.
"La reducción a nivel de flota representa aproximadamente el 36.5 por ciento de los aviones con los que cuenta actualmente la emisora. Lo anterior, implicaría desde nuestra perspectiva también un ajuste similar a nivel de personal operativo", señaló Brian Rodríguez, analista del sector de Monex Casa de Bolsa.
Según lo presentado a los inversionistas, la aerolínea dirigida por Andrés Conesa disminuiría el componente fijo de su fuerza de trabajo, el cual pasaría de 224 a 65 millones de dólares anuales.
El Financiero ha consultado a la aerolínea sobre su plan de reestructura laboral, sin embargo, declinaron dar comentarios.
Se niegan a utilizar mascarillas
Las aerolíneas del mundo se enfrentan a otro problema: los pasajeros que se niegan a utilizar mascarillas a bordo y que no permiten que los vuelos se lleven con regularidad.
Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), algunos pasajeros se niegan a usar cubrebocas en el avión, esto pese a los protocolos de bioseguridad que todas las aerolíneas el mundo han impulsado para aminorar los contagios de COVID-19.
"Algunos incidentes a bordo se han vuelto violentos, lo que ha resultado en desviaciones costosas y extremadamente inconvenientes", señaló el organismo en un comunicado publicado.
Alexandre de Juniac, presidente de la IATA, llamó al sentido común de los pasajeros y reconoció que la mayoría de los viajeros entiende la importancia de portar mascarilla..