Aeroméxico prevé cerrar el año con 766 asistentes de vuelo menos en su plantilla laboral, esto como parte de su reestructura financiera bajo el capítulo 11 de la Ley de Bancarrota en Estados Unidos.
El jueves, Ricardo Sánchez Baker, director financiero de la compañía, presentó una propuesta ante la Corte del Distrito Sur en Nueva York en la que se estipula el despido de 616 sobrecargos afiliados a la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) y hasta 150 asistentes de vuelos pertenecientes al Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica (STIA), estos últimos, que en su mayoría operan vuelos de la filial regional Connect.
Según la información presentada a la Corte, Aeroméxico ya habría negociado con los sindicatos el recorte al personal aéreo, así como el monto promedio de indemnizaciones por los despidos.
Bajo el escenario planteado a la ley estadounidense, la empresa tendría que desembolsar alrededor de 6 millones 200 mil dólares para cubrir las liquidaciones de los sobrecargos.
Los sobrecargos agremiados a la ASSA, por su contrato colectivo de trabajo, recibirían una indemnización promedio de ocho mil 278 dólares, la cual podrá variar de acuerdo con el puesto que desempeñen y de la antigüedad laboral.
Los asistentes de vuelo de Connect serán despedidos e indemnizados con siete mil 333 dólares en promedio, según explicó Sánchez Baker en el documento.
"El monto específico de la indemnización del asistente dependerá de su nivel de antigüedad y afiliación sindical", menciona el documento.
Grupo Aeroméxico anunció hace unos días la propuesta de eliminar 616 puestos de trabajo en su aerolínea principal, mientras que para Connect no se había previsto un número de sobrecargos.
La reducción de la planta laboral forma parte esencial de la reestructura financiera de la empresa aérea, que obtuvo hace unas semanas la aprobación final para acceder a un financiamiento de mil millones de dólares provenientes del fondo Apollo.
Además, Aeroméxico ha firmado el término anticipado de 19 aeronaves y buscaría terminar el año con 80 aeronaves en su flota, alrededor de un tercio menos del número total de aviones operados antes de la crisis sanitaria.