La crisis en la aviación mundial por las restricciones de vuelo y el cierre de fronteras ha traído una 'tormenta perfecta' para la industria aérea que en apenas dos meses se ha detenido casi completamente, lo que ha obligado a Aeroméxico, Volaris e Interjet a congelar, cancelar o renegociar la compra de aeronaves que tenían planeado hacer.
En México, el panorama de las aerolíneas es más complicado que en otras regiones, debido a que sus costos se encuentran dolarizados, hay un alto precio del combustible y laboran en un mercado competido con tarifas bajas lo que ha que estas compañías operen con márgenes mínimos.
En marzo, las principales aerolíneas nacionales: Volaris, Aeroméxico e Interjet registraron una reducción promedio del 90 por ciento en sus operaciones, además de que ocho de cada 10 aviones de su flota están en tierra, de acuerdo con datos de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero).
Los planes de expansión de estas empresas aéreas se vieron truncados por el COVID-19, y el pedido de nuevos equipos para aumentar o renovar flota se postergará o suspenderá, conforme la crisis sanitaria avance y las compañías busquen liquidez para no caer en bancarrota.
"Cuando se reinicien las operaciones no va a haber la cantidad de frecuencias que operaban antes y las flotas también se van a ver reducidas. Los nuevos equipos son más eficientes que los antiguos. Sabemos que se están renegociando acuerdos", anticipó a El Financiero, Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con Cerdá, la crisis en la industria aérea –que ha sido catalogada como la peor en la historia de la aviación civil– abre una oportunidad a las aerolíneas mexicanas para comenzar a jubilar equipos antiguos e integrar equipos de generaciones actuales que permiten economizar combustible.
Aeroméxico, Volaris e Interjet ya comenzaron a suspender la adquisición de nuevos aviones, además de aplazar la recepción de los aeroplanos ya encargados a los fabricantes Boeing, Airbus y Embraer.
Mientras que el fabricante galo tiene pedidos en México por 180 aeronaves, Boeing tiene pendiente la entrega de por lo menos 54 MAX para Aeroméxico; y Embraer buscaba la renovación de la flota de Aeroméxico Connect por lo menos de 60 aeroplanos más.
Aeroméxico ‘congela’ la compra de nueva flota
La empresa del 'caballero águila' es la primera de las aerolíneas nacionales en anunciar la postergación de contratos para flota nueva, ello para conservar la liquidez y con esto mantener la operación de la compañía en el país, ante una caída del 80 por ciento en sus operaciones.
Al inicio del año, Aeroméxico emitió certificados por 400 millones de dólares, los cuales serían utilizados, a partes iguales, para pagar deuda, fortalecer las finanzas de la aerolínea y para adquirir nueva flota.
Sin embargo, la aerolínea –que buscaba renovar la plantilla de aviones de su filial Connect– ya 'congeló' el gasto por más de 2 mil 600 millones de pesos para dicho fin.
"Hemos decidido, prudentemente, posponer indefinidamente las nuevas decisiones de flota para proteger nuestra posición de efectivo", señaló Ricardo Sánchez Baker, director financiero de la aerolínea en conferencia con analistas.
En el primer trimestre de este año la aerolínea realizó un ajuste en su flota, que incluyó la devolución de seis aviones, para cerrar con 119 aeronaves.
El plan de la aerolínea es cerrar el año con 124 unidades, una menos que el año anterior.
Volaris busca retrasar la entrega de 18 aviones
Volaris, dirigida por Enrique Beltranena, buscará postergar la entrega de 18 aviones encargadas al constructor francés Airbus, esto ante la vertiginosa caída en la demanda de transporte aéreo en el país debido a la emergencia sanitaria.