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Ante el reclamo de los senadores de México por el fuerte incremento en el precio de la gasolina, el pasado 11 de octubre el titular de la Secretaría de Economía, Ildefonso Guajardo, aseveró que 'los pobres no comen gasolina, sino tortilla, pollo, leche y huevo.
Se trata de un comentario que el mismo funcionario calificó después como desafortunado.
Según información de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), en los últimos 12 meses terminados a septiembre de 2018 el valor de los carburantes automotrices se elevó 21.5 por ciento.
Esto provocó que los costos relacionados con la venta, administración y distribución de Bimbo, Lala, Bachoco y Minsa se elevaran en conjunto casi 23 por ciento en los primeros nueve meses de 2018 respecto al mismo lapso de hace dos años, cuando el valor de los combustibles aún era controlado por el gobierno.
En consecuencia, el margen bruto consolidado de estas empresas se contrajo de 40.6 a 38.8 por ciento en ese periodo comparable.
"Las empresas realizan acciones para mitigar un poco el impacto del aumento en costos por energéticos, pero cierto porcentaje lo tienen que transmitir al consumidor y eso depende de la estrategia de cada empresa", dijo Carlos González, director de Análisis y Estrategia de Monex Casa de Bolsa.
Por su parte, Carlos Hermosillo, director de Análisis Fundamental de Actinver, aseveró que el alza de los energéticos siempre es un tema relevante en los costos de producción de estas empresas, aunque no es algo que solo suceda en México.
"Vemos que todas las empresas están enfrentando este reto (del alza de precios de los combustibles) que las empuja a ser más eficientes", añadió el experto.
Los costos de venta y distribución de Bimbo aumentaron 19.5 por ciento en los primeros nueve meses de 2018 comparado con el mismo lapso de 2016, previo a la apertura del mercado de combustibles.
"Los ahorros relacionados al Programa de Separación Voluntaria (VSP) ayudaron a contrarrestar parte de la presión de mayores costos de materias primas, energía y de transporte durante el periodo", dijo la empresa en su reporte financiero.
El gasto en fletes, combustibles y mantenimiento aumentó su peso de 17.9 a 21.1 por ciento dentro de los gastos de distribución, ventas y otros que tiene la panificadora que dirige Daniel Servitje.
También Grupo Lala fue afectada por el mayor precio de los energéticos.
Sus gastos de ventas y administración de enero a septiembre de 2018 fueron de 16 mil 335 millones de pesos, 49 por ciento más que los reportados en igual periodo de dos años antes.
Aunque en este incremento también influyó la compra de la empresa brasileña Vigor.
Los gastos de distribución representaron alrededor del 26 por ciento del total de los costos operativos y ventas de la multinacional.
En dicho rubro la compañía incluye lo que desembolsa en gasolina para reparto.
"Es una parte muy importante de nuestro negocio", dicen en su reporte anual del 2017.
Por su parte, Bachoco tiene una fuerte exposición a los energéticos, al tener como un gasto relevante la compra de gasolinas.
En los primeros nueve meses del año reportó un gasto de ventas, administración y otros por 4 mil 454 millones de pesos, 24 por ciento más que lo registrado en igual periodo de 2016.
En tanto que Minsa, productora de harina de maíz, reveló que su gasto de ventas, administración y distribución subió 4 por ciento en dos años, pero viene de una reducción en sus costos operativos.