British Airways y las operadoras asiáticas de bajo costo Lion Air y Seoul Air suspendieron este miércoles todos sus vuelos a China, mientras se extendía el temor por el coronavirus, que ha matado a más de 130 personas.
Otras aerolíneas, como Finnair, la hongkonesa Cathay Pacific y la singapurense Jetstar Asia han reducido el número de vuelos al país ante el descenso de demanda debido al brote.
British Airways anunció la suspensión inmediata de todos los vuelos con origen y destino en la China continental, después de que el Gobierno británico recomendara no viajar al país si no era necesario.
La compañía opera vuelos diarios desde el aeropuerto londinense de Heathrow a Shanghái y Beijing. La medida se anunció al día siguiente de que la Oficina británica de Exteriores actualizara sus recomendaciones de viajes a China, desaconsejando "todos los viajes no esenciales" al territorio continental chino, sin incluir Hong Kong y Macao.
American Airlines también los suspendió entre Los Ángeles y Shanghái y Beijing. La aerolínea citó como razón "la disminución significativa en la demanda de viajes hacia y desde China". Los vuelos desde Dallas-Fort Worth continuarán, dijo la aerolínea.
Air Seoul se convirtió en la primera aerolínea surcoreana en suspender sus vuelos a destinos continentales chinos aparte de Wuhan, al cancelar los trayectos a las ciudades de Zhangjiajie y Linyi.
Por su parte, Lion Air canceló más de 50 vuelos a China hasta bien entrado febrero. Los vuelos salían de cinco aeropuertos internacionales en las ciudades indonesias de Denpasar, Manado, Surabaya, Yakarta y Batam.
Otras empresas, como Finnair; Cathay Pacific, con sede en Hong Kong, y Jetstar Asia, con sede en Singapur, han reducido considerablemente los vuelos.
La suspensión se aplicará de forma gradual y se mantendrá hasta nuevo aviso, puntualizó el vocero de Lion Group Danang Mandala Prihantor.
China ha cortado el acceso a Wuhan y otras 16 ciudades para evitar que la gente se marche y extienda más el virus. Más de 6 mil personas se han contagiado en todo el mundo.
Además de interrumpir los viajes, la medida aumenta los temores sobre las secuelas económicas causadas por el brote del virus. Los hoteles, las aerolíneas, los casinos y los operadores de cruceros se encuentran entre las ramas de la economía que están sufriendo las repercusiones más inmediatas, en especial en los países cercanos a China. La crisis también ha comenzado a afectar a compañías estadounidenses que efectúan actividades en China.