En abril y mayo la demanda de vivienda nueva media y residencial cayó entre 12 y hasta 50 por ciento anual para algunas inmobiliarias, derivado de la crisis económica desatada por la emergencia sanitaria decretada por la pandemia del coronavirus en el país.
Especialistas y desarrolladores coinciden en que habrá una reconfiguración en el mercado, cuando se nivele la oferta y la demanda, luego de haber permanecido cerradas por casi dos meses las obras de las desarrolladoras de vivienda en el país.
"Veníamos colocando prácticamente en vivienda social alrededor de 200 unidades, en vivienda media 50 casas mensuales y en residencial alrededor de 20. Ahora en estos meses (abril y mayo) se ha bajado en residencial prácticamente al 50 por ciento, media cayó 35 por ciento y en interés social la baja fue de 12 o 15 por ciento, a lo mucho", estimó, José Luis Solórzano, director general de la desarrolladora de vivienda Grupo Herso.
Jorge Paredes Guerra, presidente de Realty World advirtió que el primer trimestre del año había sido muy bueno para la colocación de viviendas nuevas en casi todos los segmentos, con un repunte de hasta 27.1 por ciento anual, con cerca de 78 mil unidades vendidas, sin embargo, para el segundo trimestre se prevé una caída.
"La historia cambia al momento que empieza la pandemia, ha disminuido la colocación de vivienda por el confinamiento y la reducción de personal u operaciones en notarías, registros y catastros, lo que ha hecho que se coloque menos vivienda", aseguró.
Jesús Sandoval Armenta, director general de la desarrolladora Ruba, señaló que uno de los principales cambios por la pandemia será en su mezcla de ingresos, ya que el año pasado alrededor de 79 por ciento provenían del segmento medio y residencial, con valor de hasta 3.5 millones de pesos, y el resto era vivienda social de hasta medio millón de pesos.
Sin embargo, en el acumulado de enero a abril de 2020, el 75 por ciento fue residencial y el 25 por ciento restante fue de interés social.
"A abril nosotros habíamos vendido 2 mil 673 viviendas, de esas mil 129 eran de interés social, mil 185 vivienda media y 359 residenciales (...) Habrá una caída principalmente en residencial (con costos) arriba de los 3 millones de pesos, allí es donde hemos notado una contracción mucho más dramática", aseveró en entrevista.
Ruba produce alrededor de 15 mil viviendas anuales y opera en las principales ciudades fronterizas como Tijuana, Monterrey y Saltillo.
Leonardo González, analista de Real Estate de Propiedades.com, dijo que el comportamiento del mercado en estos meses está en una fase de ajuste, por lo que podría observarse un reemplazo de prospectos, ajuste de precios por ofertas o beneficios para adquirir en un período de crisis.
"Sobre todo para aquellos desarrollos en preventa o en fase de cierre de venta", dijo.
María Aurora García de León Peñúñuri, directora general de la desarrolladora Derex afirmó que, en algunas partes del país como Sonora, el impacto de la pandemia inició desde antes de marzo, por lo que tuvieron que anticiparse a aplicar medidas que protegieran la salud financiera de la empresa.
"Aquí el nombre del juego es liquidez, instrumentamos un control del gasto muy estricto, aprovechamos los beneficios de prórroga del gobierno federal, tomamos lo que hubo y nuestras líneas que teníamos disponibles para transitar bien al periodo de reactivación sin tener otro tipo de medidas más agresivas", explicó.
García de León Peñúñuri afirmó que Derex no contaba con inventario al momento del decreto de la contingencia, por lo que hasta el 18 de mayo reanudó sus operaciones en obra para seguir con la entrega de casas intraurbanas comprometidas por lo menos este año.
Créditos sostienen colocación
La colocación de créditos hipotecarios por parte del Infonavit, Fovissste y la banca, ayudaron a mantener apenas a flote el ritmo de colocación de vivienda en abril y mayo, pese a la pandemia.
"Mantuvimos las ventas en los meses de abril y mayo gracias al Infonavit, Fovissste y la banca que nunca disminuyeron su actividad en la colocación de créditos", dijo José Luis Solórzano, CEO de Ruba, firma que contaba con al menos tres meses de inventario para librar la crisis hasta principios de julio.
Por su parte, José Luis Solórzano, CEO de Herso, destacó el papel de las instituciones crediticias para diversificar sus productos y apoyar al mercado de la vivienda en estos meses.
"Creo que han hecho muy buena política en diversificar mayor cantidad de créditos y dar más opciones a los derechohabientes de que puedan hacerse de una vivienda", concluyó.