Continuar con la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAIM) es la opción más viable para el sector privado por los mecanismos de financiamiento disponibles, su sustentabilidad y visión de largo plazo, expuso el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), y propuso medidas para potencializar sus beneficios como la creación de una zona especial de impacto social para los ocho municipios que circundan el proyecto.
"La mejor opción es continuar la construcción de esta obra de infraestructura en Texcoco, que permite mantener los más altos estándares de seguridad aeronáutica", dijo Juan Pablo Castañón, presidente del CCE.
En este sentido, agregó que se trata de un proyecto rentable que podría generar más de mil millones de dólares al año para los mexicanos, con un costo total de 13 mil 300 millones de dólares, y se estima que la inversión privada represente al menos el 70 por ciento del financiamiento, mientras que sus costos de operación serían menores a la otra opción entre 25 y 30 por ciento.
Asimismo, Castañón presentó los seis puntos del análisis por los integrantes de la agrupación, en el que dan 'visto bueno' a la continuación de las obras del NAIM.
Los puntos son los siguientes:
1. Mantener la obra en donde se está realizando para garantizar la demanda actual y futura para los próximos 50 años .
2. Continuar la obra del aeropuerto actual, el del NAIM, revisando los costos de materiales siempre y cuando no quede comprometida la funcionalidad de aeropuerto.
"No queremos un aeropuerto suntuoso, pero sí funcional para el desarrollo de la aviación y el transporte de pasajeros en los próximos 50 años", puntualizó el líder empresarial.
3. Revisar el esquema de financiamiento de la obra mediante la bursatilización de la deuda.
4. Aumentar el alcance social del proyecto a través de zonas de alto impacto, desarrollo y generación de empleos en los municipios aledaños, que son zonas de alta marginación.
"El potencial de transformación del aeropuerto de Texcoco es una oportunidad que debemos considerar ", señaló.
5. No suspender la obra. "El costo de suspensión en tiempo y finanzas es muy alto. Adicionalmente, se retrasaría la solución a la saturación del actual aeropuerto y los beneficios para la población", afirmó Castañón.
6. Considerar las implicaciones legales y financieras del aeropuerto en construcción, las consecuencias con acreedores y contratistas, y el riesgo reputacional de proyectos como éste .
"El NAIM es un proyecto con el que ganamos todos los mexicanos, con un efecto multiplicador y permitirá nuevas oportunidades de empleo a través del comercio y el turismo", destacó en el mensaje a medios.
En su participación, el próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, explicó que se analizará el estudio de la IP sobre el NAIM, el cual se tomará en cuenta para la consulta ciudadana que se realizará en octubre.
"Vamos a analizar, como dijo Castañón, cada uno de los documentos porque habrá detalles importanres, como sucedió en el caso de los ingenieros, que en los anexos hemos encontrado temas de interés para informar a la comunidad nacionales sobre las ventajas y desventajas de las propuestas que se hacen para solucionar la saturación (del AICM)", dijo.
Jiménez Espriú hizo hincapié en que la organización del grupo que se encargará de analizar las opciones para la nueva instalación aeroportuaria estará conformado por el nuevo equipo de la SCT.
"El grupo se formará con el equipo de la SCT que estará con nosotros y apoyos técnicos del país, con gente del aeropuerto, con colegios profesionales. Estamos en contacto con el Instituto de Ingeniería de la UNAM y estamos en contacto con autoridades ecológicas", mencionó.
Además, el próximo titular de la SCT informó que está a la espera de un reporte de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) sobre la seguridad que supondría la operación de los aeropuertos de Santa Lucía y el Benito Juárez.
Con información de Aldo Munguía y Leticia Hernández.