CIUDAD DE MÉXICO.- Los efectos de las reformas estructurales que se han realizado en México en el último año comenzarán a tener efectos visibles sobre la economía a partir de 2015, dijo Guillermo Ortiz, presidente del Consejo de Administración del Grupo Financiero Banorte y exgobernador del Banco de México.
Durante su participación en el Financial Times Business of Luxury Summit 2014, que se realiza del 11 al 13 de mayo en la Ciudad de México, el directivo dijo que se encuentra optimista sobre el futuro de la economía, pese a que los datos en los primeros meses del año arrojaron datos poco alentadores.
"El efecto de las reformas estructurales, salvo la reforma fiscal que no termino de entender, tienen potenciales efectos positivos, pero no ocurrirán en el corto plazo (...) a partir de 2015 comenzaremos a ver crecimientos más altos en la economía" dijo el directivo frente a un auditorio de altos ejecutivos de marcas de lujo como Carolina Herrera, Longchamp, entre otras.
Sobre la reforma fiscal, el directivo dijo que un cambio que implique mayores impuestos nunca será bienvenido, pero dijo que la forma en que se hizo en México fue particularmente mala porque lastimó el consumo.
Sin embargo, "tampoco creo que vaya a tener consecuencias devastadoras", matizó.
Entrevistado al término de su participación, el directivo estimó que el crecimiento del primer trimestre del año, que se dará a conocer en unos días, estará alrededor de 1.5 o 1.7 por ciento a tasa anual.
Destacó que el gobierno reciente un plan de inversión agresivo para los próximos años, pero aclaró que todavía falta que ese gasto realmente comience a operarse.
"En Banorte revisamos a la baja el crecimiento para 2014 en parte porque los números de enero y febrero salieron bastante mal", dijo.
Sin embargo "pensamos que sí habrá un punto de inflexión en el segundo trimestre del año pues hay datos relacionados con la producción industrial, entre otros indicadores, que están teniendo mejor desempeño".
Recientemente, Grupo Financiero Banorte redujo su expectativa de crecimiento para México a 2.7 por ciento desde un 3.3 por ciento que anticipaba a inicios del año.