Zenyazen Flores
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) requiere de una reingeniería que lleve a repensar su modelo y que incluya al Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) como causante de parte de los pasivos del organismo de salud.
Manuel Molano, director general adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), dijo también que el "el IMSS se ha convertido en un impuesto puro, en un impuesto a la formalidad económica".
Sería un retroceso competitivo "importante" para las empresas la aprobación de la reforma a la Ley del Seguro Social (LSS) para homologar las bases de cálculo de las contribuciones al IMSS con las del ISR, toda vez que los patrones actualmente ya "cargan" con los costos de aseguramiento social de los trabajadores.
Además, la aprobación de esa reforma aumentaría la informalidad, ya que volvería al IMSS una institución "muy costosa" para los patrones. De hecho, es el propio esquema de contribuciones al Instituto lo que ha generado la informalidad en las relaciones laborales.
En entrevista indicó que el IMSS tiene un cierto costo que es el que se paga por cada trabajador, pero con un beneficio incierto, que es el que cada quien se lleva a su casa.
Pese a que el principal argumento para realizar la reforma es que el IMSS está "técnicamente quebrado" y que la hacienda pública no se puede hacer cargo de "un trancazo" del aseguramiento de todos los mexicanos, para fondear al IMSS se deben encontrar maneras "mucho más ingeniosas" que la fórmula de aportaciones tripartitas.
Otras fórmulas
"Se debe tener cuidado en reformas legales que le generen más cargas fiscales a un sector privado que ya está abrumado. Yo sí haría un exhorto al Congreso para que no piense en cargarle más la mano al sector productivo, porque eso va a ser catastrófico en términos de competitividad internacional, y más bien vamos pensando en la universalización del sistema."
En 2010, el Imco hizo un cálculo de qué ocurriría si no se universaliza la salud, y lo que sucede es que el presupuesto integrado de salud (Seguro Popular, IMSS, ISSSTE e ISSFAM) está creciendo a tasas de 7 u 8% anual.
"Si en 2010 ya te representaba 7% del PIB el presupuesto de salud, a la mejor ahorita ya traes otro punto adicional del PIB derivado de ello, y en una década se te convierte en un problema de 17 puntos porcentuales del PIB", expuso Molano.
Lo siguiente que tiene que ocurrir en el IMSS es una clara separación entre las áreas que operan servicios médicos y las que financian y aseguran, ya que son dos funciones diferentes y en las que se genera un importante conflicto de intereses.
También se necesita adelgazar la estructura del Instituto, trabajar de manera "muy profunda" en la subrogación de los servicios, y revisar su conexión con el sector privado, ya que muchos médicos del IMSS tienen prácticas privadas por la tarde que son financieramente muy exitosas.
"El IMSS es una institución demasiado grande para fallar; no puedes declarar la quiebra del IMSS porque ni siquiera es jurídicamente factible. Se trata de cambiar el modelo de negocio."