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Las motocicletas buscan su 'segundo aire' con los millennials

Empresas como Honda y Harley-Davidson presentan nuevos modelos para atraer a un sector inexperto pero interesado en conducir motos y en tener un nuevo estilo de vida.

Para Fed Pacheco, pasar de la curiosidad por las motos a convertirse en motociclista fue un largo viaje.

Dio un paseo hace años en Texas en la Suzuki Boulevard de su tío, poco después de emigrar desde Venezuela. Unos años más tarde, Pacheco decidió apuntarse a un curso de conducción de motos y obtuvo su permiso, aunque todavía no estaba decidido. Pero cuando Honda presentó su nuevo modelo Rebel 500 en noviembre, el joven de 27 años al fin se lanzó de lleno.

"Simplemente empecé a obsesionarme, para ser sincero", dijo. "Llegaba la temporada de paseos en moto y pensé '¿Sabes qué? Tal vez no es tan loco'".

Pacheco rastreó una de las primeras Rebels que entraron al mercado hasta un concesionario de Nueva Jersey, entró y pagó 6 mil 800 dólares en el momento. La moto todavía estaba en su caja de envío.

La Honda Rebel es el último lanzamiento en un desfile de nuevas motos diseñadas para conductores principiantes; casi todas las empresas de la industria se han esforzado por fabricar una.

Son más pequeñas, más ligeras y más asequibles que la mayoría de las otras que pueden encontrarse en un concesionario y probablemente no parecerían fuera de lugar en la década de 1960, cuando el motociclismo consistía en la experiencia de la conducción y no necesariamente se centraba la atención en la máquina misma.

También son un cebo para los millennials, que busca atraerlos a ese estilo de vida.

Si todo va según lo planeado, estos modelos más pequeños ayudarán a compañías como Harley-Davidson a entretener otros 50 años.

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Movimiento cultural

"Son nuevas motocicletas, pero también son nuevas ideas", dijo Mark Hoyer, redactor en jefe de la revista Cycle World. "Venden la percepción de un estilo de vida… es un movimiento cultural, una redefinición de toda la industria de la motocicleta".

También es el equivalente en fabricación de una crisis de los cuarenta. Las ventas de motocicletas en Estados Unidos alcanzaron su máximo en 2006 con 716 mil 268 unidades y rápidamente comenzaron a declinar.

Al caer la economía en recesión, el mercado se desplomó. Las ventas de motos disminuyeron un 41 por ciento en 2009 y otro 14 por ciento al año siguiente, según el Consejo del Sector de las Motocicletas. Eso no es sorprendente teniendo en cuenta la economía del momento: una moto es la imagen misma del gasto discrecional, y las máquinas pueden ser difíciles de financiar hasta con un mercado de crédito saludable.

Incluso ahora, con un mercado de valores en fuerte alza y después de que la industria automotriz de Estados Unidos registrase su mejor año hasta la fecha, el tráfico en las tiendas de motocicletas se ha mantenido lento. En 2016, los clientes de Estados Unidos adquirieron 371 mil 403 motos nuevas, aproximadamente la mitad que hace diez años.

Y luego está la bomba de tiempo generacional. En 2003, sólo cerca de una cuarta parte de los motociclistas estadounidenses tenían 50 años o más. Para 2014, la cifra estaba en cerca de la mitad.

De repente, los fabricantes de motos necesitan desesperadamente nuevos motociclistas y los millennials, al parecer, son su mayor esperanza. No sólo son más que los integrantes de la generación X sino que también tienen una expectativa de vida más larga, que es la forma empresarial de decir que están más lejos de necesitar un reemplazo de cadera.

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