Nueve de cada diez pacientes de la nutrióloga Shantal Freyssinier llegan a su primera consulta con la creencia de que la cerveza light les engorda menos, y dispuestos a eliminar cualquier comida del día con tal de tomar 'una chela bien fría', aunque sea de las ligeras.
Según la doctora, una cerveza normal de 200 mililitros contiene hasta 150 calorías, mientras una light hasta 100; sin embargo, eso no significa que pueda ser sustituto de algún alimento del día, porque no aporta proteínas, grasas ni hidratos de carbono.
Existe el mito de que la cerveza light contiene más agua, la realidad es que posee los mismos ingredientes, lo que hace que sea más ligera es que las temperaturas con las que se elabora son menores, explicó María del Carmen Arias, secretaria académica de la Escuela en Altos Estudios en Salud de la Universidad La Salle.
Un vaso de cerveza al día sería benéfico al otorgarnos ligeras dosis de antioxidantes, vitamina B1, B6 y B12, además de magnesio y ácido fólico, por lo que las mujeres embarazadas y en lactancia sí pueden consumirla, pero cuidando el porcentaje de alcohol.