Las desarrolladoras inmobiliarias han emprendido la estrategia de tirar cines abandonados o subutilizados en México, para dar paso a malls, edificios de usos mixtos, oficinas y departamentos, atraídas por la excelente ubicación y gran tamaño de los terrenos.
En la CDMX existen al menos seis ejemplos de espacios reconvertidos en lo que alguna vez fueron cines como El Dorado 70, Latino, Chapultepec, El Roble, Cosmos, México y el caso más reciente, el Cine Manacar, donde la desarrolladora Pulso Inmobiliario levantó un complejo mixto.
"En la CDMX lo que hacen falta son espacios donde construir, por lo que se les encuentra mejor uso a los terrenos que albergaron cines, ya que todos están buscando maximizar el valor de su propiedad", dijo Arturo Bañuelos, director de administración de proyectos de la firma de corretaje JLL.
-Año de operación: 2017
-Desarrolladora: Pulso Inmobiliario
-Dimensiones: 180 mil m2 de construcción.
El extinto cine Manacar contaba con una capacidad para mil 965 espectadores y ahora el complejo, inaugurado el pasado 26 de julio, alberga un desarrollo de 180 metros cuadrados, donde opera un mall de 25 mil metros cuadrados distribuidos en 6 niveles con 74 locales comerciales, además de 22 pisos de oficinas y 13 salas premium de Cinemex.
En tanto, el que fuera El Dorado 70, hoy aloja un Casino Yak! y Cinépolis IMAX Universidad.
-Año de operación: 2015.
-Desarrolladora: Parks.
-Dimensiones: 45 mil 500 m2 de superficie.
En tanto, lo que funcionara como Cine Latino hoy es la Torre Reforma Latino de usos mixtos, construida por Parks Desarrolladora, mientras que los cines Chapultepec y El Roble alojan actualmente a la Torre Mayor y el Senado de la República.
Otro ejemplo es el Cine México, en Álvaro Obregón y Cuauhtémoc, en la CDMX que fue transformado en departamentos por el fondo de capital Tresalia.
Por su parte, el que fuera el cine Carrousel, en Tijuana, Baja California, ahora funciona como un mall con 37 tiendas.
"En Cinépolis Carrousel se dio la conversión hacia un centro comercial poco a poco y ahora está dentro de una dinámica de estacionamiento compartido rodeado de grandes tiendas", dijo Ramón Ramírez, director de relaciones públicas de Cinépolis.
-Año de operación: 2003.
-Desarrolladora: Paul Reichmann.
-Dimensiones: 84 mil 135 m2.
Sin embargo, aún existen al menos 8 cines abandonados o subutilizados con potencial para ser reciclados, como el Palacio Chino, Ciudadela, Orfeón, Insurgentes, Opera, Mariscala, La Raza y el de la Unidad Habitacional Tlatelolco.
"El Palacio Chino está fuera de servicio, ya que a pocos metros de él se encuentra Cinemex Real y no conviene tener dos complejos juntos. El terreno del Palacio Chino no es de nuestra propiedad y la desarrolladora que lo controla tendrá la decisión de qué hacer con él", explicó Rolando Maggi, director de expansión e infraestructura de Cinemex.
El ejecutivo agregó que se trata de una tendencia que los predios ubicados en los cines sean reconvertidos en malls, donde se combinan gimnasios, supermercados y locales comerciales.
-Año de operación: 2010.
-Desarrolladora: Grupo Indi.
-Dimensiones: 74 mil 724 m2.
Cabe señalar que la mayoría de los terrenos donde se asientan los cines no son propiedad de las cadenas exhibidoras de películas, sino de particulares.
"Alrededor del 99 por ciento de los cines que operan bajo el nombre de Cinemex son espacios rentados, por lo que nosotros no tenemos la decisión de los proyectos que se tengan planeados", explicó Maggi.
Los viejos cines Ciudadela e Insurgentes también tendrían una segunda oportunidad de ser utilizados.
"Estos cines cuentan con excelente ubicación, pero están subutilizados, claro que se podrían transformar en desarrollos dependiendo del uso de suelo", dijo una fuente cercana a la familia Alarcón Chargoy, fundadora de estos cines que actualmente están abandonados.
Bañuelos agregó que otro ejemplo susceptible de ser reciclado es el cine La Raza, al norte de la CDMX, que por su ubicación favorecería la construcción de un edificio de uso habitacional.
"En la CDMX contamos con cines como el Hollywood, el Diana y el Bucareli que aún son rentables para nosotros, no al nivel de taquilla de los cines en malls, pero su valor radica en que son icónicos", comentó Ramírez.
El director de administración de proyectos de JLL reconoció que el cine Diana tiene una de las mejores ubicaciones de la Ciudad, en Reforma, y que las ganancias que genera son mínimas en comparación al dinero que se le podría sacar si se desarrollara un proyecto.