Las emisiones de los vehículos diésel de Fiat Chrysler superaron en hasta 20 veces el límite legal, de acuerdo con las pruebas realizadas por los mismos investigadores que expusieron el escándalo del engaño en las emisiones de Volkswagen.
La revelación de un laboratorio de la Universidad de Virginia Occidental arroja nueva luz sobre las afirmaciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos en un juicio civil de que Fiat Chrysler Automóviles ha usado dispositivos ilegales como un software que ayuda a burlar las pruebas de emisiones.
Las pruebas efectuadas a los vehículos utilitarios deportivos (SUV) Jeep Grand Cherokee y pickups Ram 1500 revelaron niveles de óxido de nitrógeno superiores a lo permitido por las normas de aire limpio de Estados Unidos, según el Centro de Combustibles Alternativos, Motores y Emisiones de la Universidad de Virginia Occidental. El óxido de nitrógeno puede causar smog y lluvia ácida.
En un comunicado, Fiat Chrysler dijo que pidió más información sobre cómo se llevó a cabo el estudio, pero "esta prueba parece haber sido encargada por un bufete de abogados de los demandantes con fines de litigio".
Los estándares de contaminación de las emisiones se basan en pruebas de laboratorio, por lo que la comparación con las pruebas en carretera es "inválida", dijo la compañía. Los investigadores parecen haber obtenido algunos de los resultados conduciendo más rápido y con más peso en el vehículo de lo que los reguladores exigen, según el comunicado.
"A pesar del informe, no hay un protocolo regulador para realizar pruebas de emisiones en carretera", dijo la compañía.
Daniel Carder, director del Centro de Combustibles Alternativos, explicó que algunas de las pruebas en carretera eran más exigentes que los procedimientos de laboratorio estadounidenses, como una ruta de prueba en una empinada carretera ascendente.
En su demanda civil contra Fiat, Estados Unidos argumenta que cualquier software no revelado es ilegal y que las características dentro de los sistemas de control de emisiones del fabricante de automóviles fueron diseñadas para burlar las pruebas. El caso se centra en los motores diésel de los modelos Jeep Grand Cherokee y Ram 1500 de 2014 a 2016, y alega que generan más emisiones en la conducción normal que durante las pruebas de laboratorio.
El CEO de Fiat Chrysler, Sergio Marchionne, dijo que el fabricante de automóviles nunca tuvo la intención de burlar las pruebas de emisiones.
En una declaración el mes pasado, el fabricante de automóviles italiano-estadounidense dijo que se defenderá vigorosamente "en particular contra cualquier afirmación de que la compañía instaló deliberadamente dispositivos para engañar las pruebas de emisiones de Estados Unidos".
Por otro lado, General Motors fue demandada el 25 de mayo por presuntamente colocar dispositivos de engaño en dos modelos de camiones pesados de 2011 a 2016.
La demanda colectiva entablada por propietarios o arrendatarios de más de 705 mil camiones Duramax diésel de GM alega que los vehículos pasaron las inspecciones de Estados Unidos a pesar de que las emisiones rebasan entre dos y cinco veces el límite legal.