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El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador no solo sumergirá el rastro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), sino que ahora buscaría subastar los restos de acero de la estructura del edificio terminal del que sería uno de los aeropuertos más grandes de América Latina.
El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México lanzó una convocatoria para la compra de 49 mil toneladas de acero, de las cuales, 9 mil 600 se encuentran 'montadas' en los 'foniles' que iban a sostener la terminal de pasajeros del ahora extinto puerto aéreo.
Sin embargo, si el Gobierno no encuentra un comprador, el documento publicado por el GACM indica que se procederá a subastar el material de construcción.
"Una vez emitido el fallo y si se declara desierta la licitación en virtud de no haberse presentado oferta alguna o de no haber sido aceptables las presentadas, se procederá a la subasta de los bienes", menciona el documento.
El Gobierno ha fijado un precio mínimo para las toneladas que es de 3 mil 825 pesos sin incluir el IVA, mientras que el valor máximo de avalúo de desmontaje de cada tonelada montada asciende a los 5 mil 130 pesos sin IVA.
Tras la cancelación del NAIM en Texcoco, el Gobierno señaló que los materiales disponibles serían utilizados para la construcción del nuevo aeropuerto en la base aérea militar de Santa Lucía, el cual tiene un avance del 18 por ciento, según el último informe del presidente.