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La Auditoría Superior de la Federación (ASF) indicó que si la operación del Tren Interurbano México-Toluca se posterga hasta el final del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, es decir en 2024, el proyecto supondría una pérdida de 37 mil 740 millones de pesos.
En el reporte del último año de la administración de Enrique Peña Nieto, la ASF encontró que si el tren no funciona en 2024 se dejarían de percibir beneficios y se comenzarían a generar costos de mantenimiento de la infraestructura ya existente.
"La ASF estimó que, si el proyecto entrara en operación en 2022, se registraría una pérdida de 18 mil 059.8 millones de pesos y si el tren entrara en operación en 2024, la pérdida estimada aumentaría a 37 mil 740.3 millones de pesos.
"Por lo tanto, se determinó que, si la SCT extiende el periodo de inversión del proyecto y, con ello, continúa postergando su entrada en operación, se dejarían de percibir beneficios y se comenzarían a generar costos de mantenimiento de la infraestructura ya existente y, en consecuencia", alertó en su informe.
En ese sentido, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que actualmente encabeza Javier Jiménez Espriú, señaló en meses pasados que los 30 trenes solicitados para el funcionamiento del proyecto carecían de fundamento, por lo que se analizan los pedidos de esos convoyes, que fueron construidos por la empresa española CAF.
El gobierno que encabeza López Obrador analiza la privatización de la operación del Tren México-Toluca, que buscaría conectar a Observatorio, en la Ciudad de México, con la capital del Estado de México.
Adicionalmente la Auditoría encontró sobrecostos en el Tren Interurbano México-Toluca, que al cierre de 2018 tenía un avance de 81 por ciento, pese a que se tenía prevista que la obra se culminaría en ese año.