Interjet es una empresa que está prácticamente en quiebra y la única en el país que enfrenta un juicio, a través de una queja colectiva, por el incumplimiento en los vuelos vendidos a más de mil pasajeros, aseguró este lunes Ricardo Sheffield, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en una entrevista con Telediario.
Un grupo de pasajeros afectados por la aerolínea organizaron una queja colectiva contra la empresa que canceló vuelos desde el inicio de la pandemia y que ha otorgado certificados electrónicos que no han podido canjear por los viajeros debido a que Interjet dejó de operar 24 de las 41 rutas que tenía hasta antes de la pandemia.
"No va a haber una respuesta rápida porque es un juicio y es una empresa que está prácticamente en quiebra", aseguró Sheffield en la entrevista para el medio televisivo.
La aerolínea canceló todos sus vuelos para el domingo y el lunes, lo cual afectó a dos mil 960 pasajeros, según informó la propia firma en un comunicado difundido este día.
"La aerolínea reanudará sus operaciones de forma regular este martes 3 de noviembre y lamenta las afectaciones causadas a los usuarios", indicó la empresa.
No obstante, la cancelación de 40 vuelos en el último par de días dejó ver un problema mayor al interior de la línea aérea: la falta de recursos para prepagar el combustible necesario para operar sus vuelos.
"La aerolínea no realizó el pago anticipado para la compra de turbosina por lo que no se suministró el combustible para realizar todos los vuelos", dijo a este medio Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), la paraestatal que suministra de combustible a Interjet.
Aunque Interjet prometió reanudar sus operaciones el martes, se espera que por la mañana del 3 de noviembre trabajadores se manifiesten contra la falta de pago de cuatro quincenas.
La crisis de Interjet ha sido la de una historia de una turbulencia anunciada a la que la pandemia vino a colocar el último 'clavo'. La aerolínea se escudó en la crisis sanitaria para contestar a las múltiples críticas de sus clientes que desde marzo se agruparon en redes sociales para impulsar una queja colectiva que busca sentar las bases para una protección eficaz de los consumidores a través de Tec-Check, una plataforma sin fines de lucro.
El motivo de la cancelación de esa cuarentena de vuelos es la falta de capital en la caja de Interjet, que perdió 50 aviones desde el inicio de la pandemia y solo opera con siete aeronaves, todas ellas de manufactura rusa, según consta en información oficial de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC).
A diferencia de otras aerolíneas domésticas, la empresa -que hasta antes de la pandemia era propiedad de la familia Alemán, cercana al presidente Andrés Manuel López Obrador-no ha podido alargar su recuperación en el volumen de pasajeros transportados, por lo que a septiembre acumuló seis meses con caídas de más del 90 por ciento en el número de viajeros movilizados.
Para Max Murk, cofundador de Tec-Check y representante de la queja colectiva contra Interjet, las irregularidades de la aerolínea se deben a una mala gestión empresarial de la aerolínea presente antes de la pandemia.
"Eso ha afectado a miles de pasajeros nacionales e internacionales y los ha dejado en completa indefensa frente a las prácticas de esta aerolínea en los últimos meses. Al fin, miles de pasajeros se quedan sin su dinero y viajes durante una crisis económica", refirió Murk a El Financiero.
Ante esta situación, la plataforma está buscando replantear el papel de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Este medio pidió una postura oficial de la dependencia encargada de defender a los consumidores, pero esta refirió que darían un pronunciamiento más tarde respecto a la situación de Interjet.
Además del conflicto con los pasajeros, al interior de la empresa surgió una grave molestia de la plantilla laboral de cinco mil trabajadores que llevan por lo menos un par de meses sin recibir sus pagos, con demoras en el depósito de prestaciones como la seguridad social y los vales de despensa
"El sentir es que los dueños quieren que nos vayamos a huelga porque así solucionarían más fácil el problema y declararían la quiebra lavándose las manos", comentó un colaborador de la empresa.
El viernes 30 de octubre, una serie de directivos, entre ellos el director general de Interjet, Carlos Rello, tuvieron una reunión en la que le pidieron a los trabajadores mantener la confianza en la empresa. En esa reunión, Rello comentó a los trabajadores que la situación es complicada por los embargos que la autoridad fiscal mantiene sobre los bienes y finanzas de la aerolínea.
"(El director) mencionó que aquellos que no tengan recursos para ir a trabajar lo pueden hacer siempre y cuando avisen en sus aéreas para que no se les descuente el día. Nos piden paciencia", señaló otra fuente que pidió el anonimato.