Todo lo que hizo falta para llevar al Departamento de Justicia de Estados Unidos a investigar a Tesla fue un tuit del presidente de la compañía, Elon Musk. Pero ahora que los fiscales han comenzado, pueden investigar en busca de otros indicios de conducta inapropiada de la firma fabricante de autos eléctricos.
La investigación está en sus primeras etapas, y nadie sabe qué rumbo tomará. Muchas investigaciones sobre estafas con valores han comenzado con un golpe como el que hizo bajar 6.6 por ciento las acciones de Tesla cuando Bloomberg informó el martes sobre la investigación.
En ocasiones, se trata de versiones periodísticas que se diluyen sin que haya acusaciones. En el otro extremo hay compañías como Theranos, que elevó su valuación con lo que el gobierno calificó de falsas promesas, lo que derivó en que se presentaran acusaciones contra la fundadora, Elizabeth Holmes, y otro alto ejecutivo.
"Las investigaciones penales nunca son buenas si se es una compañía que cotiza en bolsa porque abren una caja de Pandora y los fiscales siguen todas las pistas", dijo Paul Pelletier, un exfiscal del Departamento de Justicia.
Tesla coopera
Tesla informó que coopera con el Departamento de Justicia y destaca que recibió consultas pero no citaciones.
El primer análisis se centra en el tuit de Musk del 7 de agosto, en el que éste decía que contaba con el dinero necesario para sacar la compañía de bolsa. Las acciones treparon. Luego Musk y su junta directiva detallaron que no había ninguna propuesta formal en relación con el financiamiento y abandonaron el plan.
La Comisión de Valores y Bolsa (SEC por la sigla en inglés) pronto abrió una investigación civil sobre el tuit y emitió una citación para recabar información, mencionaron a Bloomberg personas familiarizadas con el tema.
A eso siguió la investigación del Departamento de Justicia. Ni la SEC ni los fiscales federales han presentado acusaciones contra Musk.
Para demostrar que hubo un delito en relación con los valores, los fiscales tendrían que probar no sólo que las declaraciones de Musk eran falsas, sino que las hizo de forma deliberada. Eso exigiría establecer que el CEO de la compañía planeó de forma inapropiada hacer subir las acciones o evitar que bajaran.
Un área que los investigadores podrían analizar en busca de pruebas es la de los correos electrónicos u otros documentos internos, según exfiscales federales.
Musk ha expresado con frecuencia en medios sociales su frustración ante los vendedores en corto. En mayo escribió en Twitter que esperaba que quienes apostaban en corto experimentaran "la quemadura del siglo" y sugirió que los inversores que apostaban contra la compañía comenzaran a "deslizarse discretamente hacia la salida".
De hecho, el tuit sobre el "financiamiento asegurado" hizo tropezar a los vendedores bajistas cuando las acciones de la compañía subieron más de 10 por ciento.
Los investigadores gubernamentales tratarán de determinar si hubo alguna relación entre esa declaración y el deseo de Musk de perjudicar a los vendedores en corto.