Para Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), el nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés) es resultado de una compleja renegociación para mantener la competitividad automotriz de México.
"Me parece que es resultado de una muy compleja renegociación en la que hoy podemos decir que hay una industria que mira hacia el futuro con el reto de mayor integración -por el aumento en la regla de origen de 62.5 a 75 por ciento, pero que podemos salvar elementos importantes de competitividad", dijo en conferencia ante la firma del acuerdo entre AMIA y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) para difundir datos sobre la industria a partir del próximo viernes.
Destacó que los retos que enfrentarán los armadores de autos en México con las nuevas reglas de origen dependerán de la integración que tenga cada empresa de su producción en Norteamérica.
"Depende de cada compañía, algunas requerirán esfuerzos adicionales, como es la compra de acero y aluminio, cada firma tendrá que responder a esta situación", agregó.
En el tema de los salarios, Eduardo Solís aclaró que a pesar de que marcaron en el USMCA que 40 a 45 por ciento de un auto debe ser producido en zonas de salarios de 14 dólares la hora, eso no significa que deben subir en México.
Detalló que bajo la estructura actual de las líneas de producción, actualmente alrededor del 45 por ciento de un auto es fabricado en Estados Unidos o Canadá, donde ya se cumple esta regla salarial.