La adhesión de las aerolíneas al Capítulo 11 de la Ley de Bancarrota en Estados Unidos es una decisión estratégica para las empresas del sector, que, bajo el respaldo de dicha legislación pueden reducir costos de forma rápida y sin demoras, incluyendo contratos laborales, arrendamiento de aviones y motores y aumentos en la productividad laboral.
En Latinoamérica, LATAM, Avianca y Aeroméxico se adhirieron al capítulo 11.
René Armas Maes, vicepresidente comercial y socio de MIDAS Aviation, consultora especializada en aviación con sede en Londres, dijo que el lema de las líneas aéreas en dicha situación es la reducción rápida de costos que les permita reconstruirse de manera sostenible y rentable en el tiempo.
"La bancarrota es una opción estratégica que usan las empresas para reducir costos rápidamente, evitar demandas por incumplimiento de contratos, reducir deudas y apalancamiento, entre otros rubros", detalló Armas Maes.
Entre los costos a reducir en la reestructuración financiera está el componente laboral, que es uno de los costos fijos con mayor peso para las aerolíneas sobre todo bajo un modelo de negocios de servicio completo como el de Aeroméxico.
En el caso de Aeroméxico, su apego al capítulo 11 le permitiría reducir personal sin tener que demorarlos por temas de sindicatos, no sólo recortando su planta de pilotos y sobrecargos, sino que aumentaría la productividad de su fuerza laboral con menos empleados.