Los mexicanos les ponen cada vez más salsa a sus tacos, incluso aunque tengan que prescindir de la carne, lo que beneficia a marcas como Tamazula, Herdez, La Costeña, Del Monte y El Yucateco.
Entre 2010 y 2019 los mexicanos duplicaron su consumo per cápita anual de salsas y chiles, al pasar de 8 a 17 kilogramos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (ahora SADER), y un estudio realizado por el Gabinete de Comunicación Estratégica.
En ese mismo periodo, el consumo per cápita anual de la carne de res disminuyó 10.8 por ciento, al pasar de 16.6 a 14.8 kilogramos, según datos del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne).
"La gran demanda resulta de dos asuntos, uno es cultural y tiene que ver con el tipo de alimentación que tenemos en promedio en México, en donde es muy extraño encontrar un platillo que no lleve salsa incluso desde su elaboración; al comparar contra el consumo de carne hay que tomar en cuenta el diferencial de precio, así como la concentración de este ingrediente en menos variedad de platillos", afirmó Carlos Hermosillo, analista especialista en consumo.
Ocho de cada 10 mexicanos acompañan sus comidas con alguna salsa o chile, y para esto el 96 por ciento de los hogares ponen en su carrito del súper alguna lata o envase que contenga dicho producto, al que le invierten hasta 150 pesos en la despensa mensual, reveló Kantar Worldpanel.
En 2018 el valor de la industria de salsas y chiles alcanzó en México los 166.6 millones de dólares, un incremento de 47.3 por ciento respecto a los 113.1 millones de dólares que reportó en 2013 y para el 2023 se estima que alcance los 198.9 millones de dólares, según cifras de Euromonitor.
Los principales jugadores son Grupo Tamazula con el 29.2 por ciento del mercado, seguido de cerca por Herdez con el 26.3 por ciento y La Costeña con 17.2 por ciento. El resto del mercado se encuentra pulverizado entre otras empresas como Del Monte, Tajín, El Yucateco, por mencionar algunas.
Jugadores y su sabor al mundo
Grupo Tamazula es originaria de Guadalajara, Jalisco, y se mantiene como una empresa familiar. Está compuesta por el portafolio de Salsa Tamazula, Costa Brava y Valentina, las dos últimas le permitieron a la empresa ganar popularidad en el sector de las botanas y llegar a los anaqueles nacionales e internacionales, pues es posible encontrarlas en Estados Unidos, Canadá, España y algunos países de Sudamérica.
Aunque se dice que los mexicanos le ponemos Valentina a todo, los productos de Tamazula han encontrado su principal mercado en las botanas, que de 2013 a 2019 crecieron sus ventas 26.8 y 38.2 por ciento, en volumen y valor, respectivamente, según cifras del Inegi.
En tanto, Herdez, que reportó el segundo trimestre de las 2019 ventas por 5 mil 662 millones de pesos, de los cuales las salsas aportan una pequeña parte que mantiene un crecimiento anual en sus ingresos de un dígito.
"Para Herdez el 79 por ciento de las ventas que tiene son en el segmento de conserva, de esto el 5 por ciento corresponde al segmento de salsa que tiene una tasa de crecimiento en promedio para la compañía del 6 por ciento", señaló Marisol Huerta, analista de consumo en Ve Por Más.
En el último lustro La Costeña ha apostado por crecer su portafolio con productos como chiles toreados, habaneros y variedad de salsas, aunque su fortaleza se centra en el envasado de chiles que hace en su planta del Estado de México, donde produce alrededor de mil 200 toneladas diarias para satisfacer la demanda del mercado local e internacional.
"La cocina étnica y su popularización alrededor del mundo generó la demanda adicional por elementos típicos de la cocina mexicana, y las salsas pues son un elemento básico que en el extranjero lucen difíciles de replicar en la cocina, y de ahí que su éxito sea relativamente sencillo", agregó Hermosillo.
La 'enchilada' que presenta el consumo per cápita anual y el valor de la industria tiene detrás que el picante sabor no se ha quedado solo en ser una salsa o chile tradicional en lata o polvo, y marcas de otras categorías los han integrado, pues podemos encontrar el sabor en botanas, aderezos y hasta en la mayonesa, explicó Kantar Worldpanel México.
Precio y tendencias, reto de la carne
El consumo de res depende del bolsillo de los consumidores, y en la última década, de 2009 a 2019 el precio de la carne creció 96.1 por ciento, según datos del Inegi.
Lo anterior se explica porque el tiempo de crianza y engorda de una res no es equiparable al resto de proteínas, expuso en un correo electrónico Carla Suárez, la presidenta de Comecarne.
"Otro gran reto que tiene la industria es el cambio en los hábitos de alimentación orientado a la preocupación de las nuevas generaciones por lo fit y el cuidado del planeta", agregó Francisco Javier Orozco, profesor de empresas del Tec de Monterrey.