La Secretaría de Obras Públicas de Morelos presentó este jueves ante las autoridades de la Unidad de Inversiones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el proyecto para construir el libramiento norponiente, que comunicaría a la Ciudad de México con el Aeropuerto de Cuernavaca 'Mariano Matamoros.
El libramiento se ubicará en Cuernavaca, y tendrá 41.6 kilómetros de longitud.
"Se trata de un proyecto bien integrado que presentamos ante la Comisión Nacional de Gobernadores (Conago) y queremos que lo impulse el presidente Andrés Manuel López Obrador. Es parte de las acciones que realizamos para acceder a recursos federales y contar con infraestructura carretera de calidad", dijo Fidel Giménez Valdés, titular de la dependencia.
Señaló que, con este proyecto, la terminal aérea de Tetlama, en el municipio de Temixco, se convertiría en una alternativa al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, para desahogar el transporte de carga y se abrirían vuelos a nivel nacional o incluso internacional.
Valdés agregó que a la par se presentó el proyecto para la construcción del Eje Transversal: Puente Apatlaco-Aeropuerto Mariano Matamoros, de 6.95 kilómetros de distancia, mismo que incluye tres puentes que permitirán conectar a la capital del estado, desde el puente Apatlaco, con el Aeropuerto 'Mariano Matamoros', para lo cual se contempla una inversión de alrededor de 890 millones de pesos.
"Esta obra es de gran relevancia para el actual Gobierno, pues garantizará mayor proyección al aeropuerto morelense y paso permanente y seguro para los usuarios en cualquier época del año, además de que será un detonante del turismo y beneficiaría a una población de 507 mil habitantes de los alrededores", explicó.
Actualmente, el aeropuerto de Cuernavaca se ha consolidado para las escuelas de la enseñanza de aviación, además de tener vuelos de líneas privadas; sin embargo durante los dos últimos sexenios, fue a la baja, por las alertas de seguridad estadounidenses y la falta de inversión.
La crisis de seguridad y la falta de infraestructura carretera obligó a las líneas aéreas que tenían destinos a Guadalajara y Tijuana a retirarse, pues las rutas no resultaban rentables.