Una vez que la Juez Edith Alarcón anunció la quiebra de Mexicana de Aviación, tras 43 meses de concurso mercantil, procederá la evaluación de activos de la empresa para colocarlos a la venta con el mejor postor y pagar a los cerca de 25 mil acreedores.
Griselda Nieblas, directora del Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles, explicó el proceso a EL FINANCIERO. En primer lugar, el Juzgado debe notificar a la SCT sobre la quiebra de Mexicana, a partir de entonces, la dependencia tiene 5 días para nombrar a un síndico, quien debe registrarse ante el juzgado.
Posteriormente, el actuario del juzgado dará al síndico la posesión de la empresa y su administración.
A partir de que toma posesión de la empresa, el síndico tiene 60 días hábiles, poco más de tres meses, para hacer un inventario detallado de los activos con que cuenta la aerolínea.
En este periodo, explicó Nieblas, el síndico tiene que revisar la contabilidad de la empresa e incluso, elaborar su propio estado financiero.
"Es muy importante conocer el estado de las cosas en el inventario para reconocer su valor real; revisar que esté correctamente clasificado en el registro de la empresa. Otra cosa es revisar si existen bienes que sean de la empresa que estén en poder de terceros, por ejemplo, habría que checar si Mexicana de Aviación tenía bienes propios en Mexicana MRO. Es imprescindible conocer qué bienes son de la concursada, pero no están en su poder o bienes que están en poder de la concursada, pero que pertenecen a otros", detalló.
Simultáneamente, el síndico debe de revisar los bienes que están sujetos a un litigio. Por ejemplo, antes de entrar a concurso, la marca era propiedad de Mexicana de Aviación y durante el concurso pasó a Nuevo Grupo Aeronáutico.
En función del inventario, se procede a la enajenación, es decir, se buscará la venta de los activos a través de una subasta. No existe un plazo para concluirla, pues dependerá de conseguir al mejor comprador. La venta termina cuando se enajenaron todos los activos.
Una vez que se obtengan los recursos se pagaría a los acreedores; pero los empleados tienen la preferencia. El proceso termina cuando se enajenó todo.
"Regularmente en una quiebra no se acaba todo y no se puede pagar a todos, por lo que se pagará hasta donde alcance y posteriormente se solicita al juez que se cierre el procedimento", comentó Nieblas.