La editorial Random House y la periodista Carmen Aristegui denunciaron este jueves un intento de censura al libro La Casa Blanca de Peña Nieto, una investigación periodística sobre una lujosa propiedad de la esposa del presidente comprada a empresarios que obtuvieron contratos de obras públicas.
Joaquín Vargas, presidente del grupo de comunicación MVS, interpuso una demanda por "daño moral" contra Aristegui y la editorial a la que solicitó retirar el prólogo del libro firmado por la periodista mexicana y que se le ofrezca una disculpa pública.
Para el director editorial de Random House, Ricardo Cayuela, la demanda es algo totalmente "inédito" y un acto de "censura" a una parte del libro que la propia casa editorial solicitó a la periodista para contextualizar una "investigación ejemplar".
Hay "un tufillo de inquisición" y de "totalitarismo" cuando "se pretende prohibir un prólogo", dijo Aristegui que exigió que cese el "acoso" y la "persecución" de los periodistas independientes que lo único que quieren es trabajar en libertad.
El libro, firmado también por Daniel Lizárraga, Rafael Cabrera, Irving Huerta y Sebastián Barragán, todos colaboradores de Aristegui y del que se han vendido 15 mil ejemplares, denuncia un presunto conflicto de intereses del presidente Enrique Peña Nieto.
La 'Casa Blanca' la adquirió Angélica Rivera en condiciones favorables a Grupo Higa, de Juan Armando Hinojosa Cantú, que obtuvo diversos contratos del Gobierno federal y también del Gobierno del Estado de México cuando Peña era mandatario.
Debido al escándalo que provocó el caso el propio presidente pidió el lunes perdón a los mexicanos y aseguró que aunque no violó ninguna ley cometió un "error" por generar una percepción de corrupción.
"En carne propia la sentí sí, la irritación de los mexicanos, la entiendo perfectamente; por eso con toda humildad les pido perdón, les reitero mi sincera y profunda disculpa por el agravio y la indignación que les causé", declaró Peña Nieto.
Sin embargo, la demanda contra el prólogo del libro demuestra "cuán dócil" puede ser un medio de comunicación al poder, indicó Aristegui.
La investigación, de fines de 2014, se dio poco tiempo antes de la salida del aire del programa que la periodista tenía en la emisora de radio MVS.
Lo que derivó en una serie de procedimientos judiciales de la empresa contra la profesional y de ésta contra el Estado mexicano por no defender el derecho a la libertad de expresión.
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