En los primeros tres meses del año, el Gobierno de la Ciudad de México cerró más de 100 comercios de venta y consumo de alcohol, también conocidos como 'chelerías', una medida que la industria agremiada en la Asociación Mexicana de Restaurantes (AMR) aplaudió como el inicio de igualdad de condiciones.
"Estamos procurando que las condiciones que nos rigen a nosotros sean aquellas que rigen al comercio ambulante, que también está vendiendo comida sin tener que cumplir con todo lo que a nosotros se nos exige. Por ejemplo si se piensa reglamentar a los food trucks les damos la bienvenida, pero sí pedimos a las autoridades que exijan a todos de igual manera", dijo Carlos Roberts, presidente entrante de la AMR.
Las chelerías son establecimientos que se caracterizan por ser desde una tienda, un local, hasta puestos ambulantes en tianguis o mercados, los cuales no cuentan con los permisos necesarios para la venta de alcohol.
Estos puestos son conocidos por la venta de las llamadas 'gomichelas', una combinación entre la cerveza y una mezcla espesa de chamoy, chile en polvo, combinación de salsas, gomitas dulces o picantes, que se vende entre 20 y 50 pesos.
En febrero pasado, Jesús Orta Martínez, secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, adelantó el cierre de estos negocios en la capital del país.
Sobre el primer año de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, Carlos Roberts consideró que traerá un ajuste en el consumo.
"Todo cambio de Gobierno siempre trae ajustes y consecuencias. Creo que este año puede ser de ajustes: entender el proyecto del nuevo Gobierno, ponernos a trabajar en seguir fortaleciendo el sector y hacer cambios hacia el interior de todas las dependencias para procurar un mejor desempeño del país", comentó.
La AMR tiene actualmente alrededor de 400 integrantes. Roberts refirió que durante los dos años de su presidencia, en la que podría ser reelegido, espera sumar a los mejores restaurantes.