La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decidió que la empresa de azúcar líquida Sucroliq puede recibir permisos de exportación del edulcorante por parte del Gobierno mexicano pese a no ser un ingenio productor, en un fallo que cambiaría el balance de firmas que pueden enviar su producto a Estados Unidos.
La segunda sala de la Corte emitió el fallo "definitivo e inatacable" el miércoles, dijo el jueves el máximo tribunal del país en un documento.
"La Sala concedió a la empresa el amparo para efectos contra el acuerdo de la Secretaría de Economía y su acto de aplicación, que condicionaba el otorgamiento de un permiso de exportación al hecho de que el solicitante operase como ingenio", dijo la corte en el documento.
La decisión tendrá efecto una vez que se tenga la sentencia completa con la postura de todos los ministros, lo que puede demorar días o semanas.
No fue posible obtener de inmediato un comentario de la Secretaría de Economía sobre la decisión.
Tras los acuerdos de suspensión que Estados Unidos y México firmaron en diciembre del 2014 y que desde entonces regulan las exportaciones mexicanas de azúcar a ese país a través de cupos anuales, Sucroliq solicitó a la Secretaría de Economía permisos de exportación, que le fueron negados por no ser un ingenio productor.
En agosto de 2015, la firma llevó el caso a la Suprema Corte alegando inconstitucionalidad tanto de los acuerdos de suspensión como de la forma en que la Secretaría de Economía había decidido otorgar los permisos de exportación y que establece que sólo los ingenios podían obtener un cupo de azúcar y el consecuente permiso de exportación.
La Corte finalmente admitió el caso en julio del 2017.
De acuerdo con una fuente cercana al proceso, la Corte falló que los acuerdos no son inconstitucionales pero sí lo es la forma de asignar el cupo pues es discriminatoria para Sucroliq. "Es vulnerado su derecho de igualdad al otorgársele un trato diferenciado respecto a los ingenios azucareros", dijo la fuente, que pidió el anonimato.
Tras los acuerdos de 2014, que acabaron con el libre comercio del edulcorante estipulado en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en junio del año pasado México accedió a hacer concesiones a fin de mantener su acceso al lucrativo mercado del azúcar de Estados Unidos.
El acuerdo canceló la amenaza de altos aranceles al azúcar mexicana y resolvió las tensiones previas a la renegociación del TLCAN, que arrancaron en agosto de ese año.