Los argentinos Camilo Froideval y Dan Zlotnik consideran que existen historias y no guiones, por lo que han sumado su talento para musicalizar algunas de las series más exitosas del momento que incluyen a Luis Miguel: La serie y Maradona: Sueño Bendito, con las cuales se han abierto a la libertad creativa.
En entrevista con El Financiero, los músicos y productores contaron qué es lo que para ellos significa su trabajo, que muchas veces queda tras bambalinas, algo con lo que se sienten cómodos porque aunque no son visibles, son necesarios. “Es una sutileza, por momentos, de acompañar a los personajes en un caminito y en otros momentos es intervenir, un poco más fuerte, la participación en momentos más musicales. Es darle un sonido particular a cada proyecto y que puedas reconocerlo”, contó Froideval.
El proceso inicia con la conversación con los directores o productores sobre cada uno de los capítulos y las partes en las que hace falta la música, así como las intenciones y el motivo concreto para agregarla.
“Llegamos con un planteo de qué sentimos o hacia dónde debe ser la música, qué nos gustaría que pase. En algún momento eso se vuelve una conversación donde encontramos cosas distintas a las que pensamos inicialmente y eso siempre es muy rico. Hay que tener muy claro que el músico del cine es un cineasta y no un músico que hace cine. Es el titiritero que hace que el personaje sienta algo distinto a lo que se ve y el espectador sienta algo que no se ve en la imagen”, agregó Zlotnik.
Quienes están detrás de proyectos como Madre solo hay dos, Selena: la serie, Monarca, Cindy la regia y La casa de las flores confiaron que se permiten experimentar y mantener un diálogo constante con las series o películas, así como trabajar en equipo.
“Los egos deben estar muy lejos, en este trabajo no se pueden tener los egos muy cerquita”, apuntó Zlotnik. “Nadie nos va a pedir algo que esté muy alejado de nuestra estética. Somos más raros, no el típico scorista más comercial. Somos más minimalistas en general, tratamos de poner música cuando de verdad lo necesita porque sentimos que con la repetición después no remarca ni acentúa”, dijo Froideval.
Ambos reconocen que tanto Diego Armando Maradona como Luis Miguel son íconos de la cultura latina pop. Mientras que sienten una conexión por el primero por su nacionalidad y gusto por el futbol, al segundo lo comparan con Frank Sinatra. Esto hizo que disfrutaran de trabajar con Diego Boneta y Óscar Jaenada en las tres temporadas de la serie de Luis Miguel, en Netflix.
“Hay un cuidado que en otros proyectos no hay tiempo. Es una historia muy potente, filmada como los dioses. En el medio pasó un terremoto y una pandemia, fueron cuatro años de nuestras vidas muy intensos con cosas alrededor, también tiene un cariño especial porque tuvimos que sortear un montón de obstáculos que no tenían que ver con la serie en sí”, argumentó Camilo.
Durante las tres temporadas se pudieron notar algunos cambios. En principio, porque la primera entrega ocurrió años después que las últimas, aunque en la tercera temporada los flashbacks les ofrecieron mucho material que potencializar.
“En esa primera temporada todavía no había tantas bioseries tan exitosas, a la hora de hacerla no estábamos seguros que esto iba a ser algo tan grande como resultó. En las otras temporadas la historia cambió mucho, los balances del drama iban a ser distintos y a nosotros nos parecía muy interesante acompañar todo eso. Fue un proceso que cada temporada fue casi una serie independiente”, expresó Dan.
Con cerca de dos décadas inmersos en la industria, han aprendido de sus propios errores pues cada día se esfuerzan para realizar mejor su pasión. “Si no tienes esa humildad de decir ‘la cagué’, no. Me doy cuenta que hace quince años era un ingenuo en ciertas cosas, por ejemplo, plantearle a un director que sacara los diálogos de su película y dejara música. Si lo veo ahora me parece la cosa más estúpida, pero para mí era un planazo”, indicó Camilo.