A medida que la empresa mexicana Calzado Canada ganaba popularidad en el gusto de los mexicanos es que triunfó con un modelo de negocio que aprovechó un contexto histórico como fue la caída del gobierno soviético y la reestructuración de la economía en Europa como inspiración para su modelo de zapatos ‘perestroika’, que se volvió tendencia en la marca.
Fue a finales de la década de los ochenta que estos productos –similares a unas botas de talle alto– se comercializaron haciendo competencia a los llamados ‘vagabundo’ o ‘exorcista’, las otras referencias sociales utilizadas como marketing de la compañía que también innovó en su publicidad.
Si creciste en esa época seguramente eres de las generaciones que recuerdan el comercial que las daba a conocer, que fue el primero en ser filmado en lugares icónicos de Rusia como la Plaza Roja o la Catedral de San Basilio, en donde se puede ver a un grupo de jóvenes que disfrutan y bailan mientras la cámara hace distintos acercamientos a sus pies, sin importar que una de sus protagonistas esté vestida de novia.
Bajo el cántico en el estribillo al ritmo de “perestoi, perestroica” se coloca una estrella color rojo en un lado y del otro el logo, con letras blancas y un relieve en rojo sobre un fondo azul con líneas.
¿Qué pasó con la empresa de zapatos Canada?
En 1940, Salvador López Chávez fundó en la ciudad de Guadalajara Calzado Canada, con la que entendió las necesidades de sus consumidores, por lo que poco a poco abrió sucursales. Aunque ya no existe –desde hace más de dos décadas– desde su creación consiguió el crecimiento que la hizo reconocida internacionalmente.
Durante los Juegos Olímpicos de México 1968, la zapatería fabricó en su planta para Adidas; posteriormente Phil Knight los buscó para lo que sería el inicio de Nike. Luego de que Salvador falleciera en 1976, el negocio pasó a manos de su hija Sandra López Benavides, quien asumió la dirección. Sin embargo, no pudo mantenerse y decidió vender a Coppel en 2002, por lo que se convirtieron en Coppel Canadá.