Las historias de asesinos seriales han servido de inspiración para crear películas y series, como en el caso de la recientemente estrenada Monster: The Jeffrey Dahmer Story, que narra los crímenes cometidos por Jeffrey Dahmer, un asesino serial señalado por cometer además actos de canibalismo y necrofilia.
En dicha serie también son mencionados otros criminales, aunque no se ahonda en su historia, como en el caso de Ed Gein, quien en vez de parar a la cárcel, fue recluido en un centro psiquiátrico.
*Los próximos párrafos contienen spoilers sobre la serie de Jeffrey Dahmer; si no quieres verlos, te sugerimos pasar al siguiente título para conocer la historia de Ed Gein*
La mención a Gein en la producción de Netflix llega cuando Dahmer se encuentra preparando con su padre y un abogado su defensa para el juicio que va a enfrentar.
El padre de Jeffrey le menciona que debería utilizar ‘la vieja confiable’ para evitar pisar la cárcel: negar que él haya cometido tales crímenes y utilizar el recurso de que sufre demencia para que, en su lugar, sea trasladado a un hospital psiquiátrico y cumplir su condena mientras lo atienden, tal como sucediera con Ed Gein.
¿Quién fue Ed Gein?
Su nombre completo era Edward Theodore Gein, pero era conocido simplemente como Ed Gein; nació en 1906 y era originario de la ciudad de Plainfield, en Wisconsin.
De padre alcohólico y madre con fuertes ideales religiosos, Ed creció sin el cariño de su progenitor, y con una educación muy estricta por parte de su mamá, quien llegó incluso a considerar a la mujeres como ‘la fuente del pecado’. Debido a esto, el infante formó un carácter asocial.
Poco a poco, el joven se fue quedando solo: primer falleció su padre, obligándolo a buscar un trabajo para contribuir a la economía familiar. Después murió su hermano durante un incendio en causas extrañas, y meses más tarde muere su madre de un paro cardíaco.
A partir de entonces, Ed Gein habría comenzado a profanar tumbas de mujeres recientemente difuntas con distintos fines, como hacer muebles, decoraciones, accesorios e incluso ‘adornos’ para su casa con piel y restos humanos, pero nadie se había dado cuenta de lo que hacía hasta 1957.
En ese año se estaba investigando la desaparición de Bernice Worden, propietaria de la ferretería de Plainfield, Wisconsin, y por alguna razón comenzaron a sospechar que Ed Gein estaba implicado en el caso, por lo que catearon su casa.
Al entrar, encontraron el cuerpo de Worden colgado, amarrado de los tobillos, decapitado, abierto por la mitad y sin órganos. Sin embargo, esto no fue todo lo que hallaron los uniformados en el lugar, pues también descubrieron cráneos humanos utilizados como decoración o adaptados como tazas, platos hondos o ceniceros.
También hallaron muebles forrados de piel humana y otros objetos elaborados con partes de cuerpo humano, además de los órganos de su última víctima en el refrigerador.
Por todo lo anterior, durante el juicio en su contra fue declarado enfermo mental y pasó el resto de sus días en una institución psiquiátrica hasta su muerte, en 1984, por insuficiencia respiratoria.
Su historia de vida ha inspirado, al igual que Jeffrey Dahmer, producciones cinematográficas y televisivas; la más popular es la cinta Psycho, de Alfred Hitchkock.