Una de las series de las que más se habla en este momento es The Last of Us, protagonizada por Pedro Pascal y Bella Ramsey, basada en el aclamado videojuego. La historia gira en torno a un futuro distópico con la propagación del hongo Cordyceps, que se transmite en los humanos.
La infección hace que las personas se conviertan en zombies ya que se apodera de sus cerebros debido a una mutación por el calentamiento global. Aunque en la versión de juego se propaga por esporas en el aire –razón por la que se usan máscaras–, en la adaptación ocurre después de una mordedura.
En la vida real sí existe esta afectación, que se conoce como Ophiocordyceps unilateralis, aunque es distinta a la que se llevó a la pantalla por HBO Max.
¿Qué es el hongo Cordyceps?
Afortunadamente para la raza humana, este hongo afecta a insectos y poco a poco degradan la pared del exoesqueleto. De acuerdo con un estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados Unidos, se ha visto este proceso en las hormigas.
El equipo de David Hughes encontró que cuando son infectadas se controla su sistema nervioso central y sus músculos, por lo que el hongo se alimenta de ellas y crece durante unas semanas hasta alcanzar un tamaño ideal para liberar esporas que sigan propagándose.
El Cordyceps hace que las hormigas caminen distinto y tengan convulsiones antes de morder una hoja, de la cual no se pueden separar. Aunque no puede afectar a los humanos, sí puede expandirse entre escarabajos, moscas y mariposas.
“El hongo los mata y se desarrolla en su interior hasta salir, pero no cambia su comportamiento, a diferencia de lo que lo que hace con las hormigas y hasta cierto punto con las avispas”, se señaló en BMC Ecology vía la BBC.