Si tu infancia se guardó en los anaqueles de la década de los años noventas y ochenta, por supuesto que tendrás algún recuerdo del famoso parque acuático ubicado en la tercera sección de Chapultepec; Atlantis.
Se trataba de un lugar, inaugurado en 1979, en el que toda la familia podía ir para disfrutar de una tarde llena de diversión y aprendizaje sobre la vida marina que forma parte del planeta.
Varias de sus atracciones contaban con toboganes o con ruedas de la fortuna que mantenían a todo aquel que lo visitaba más que divertido. Sin embargo, su atractivo más importante era la inclusión de un delfinario y acuario que contenía a varios delfines y criaturas marinas que eran parte de varios espectáculos.
La experiencia se podría comparar con lo que hoy en día se conoce como el CiCi de Acapulco, espectáculos de entretenimiento que le enseñan a la audiencia la inteligencia de los seres que rondan los mares.
El lugar recibía a más de tres mil personas por día y sus precios rondaban entre los cinco mil y seis mil pesos de aquella época; lo que hoy en día serían de 500 a 600 pesos.
El lugar era muy querido con el público más joven, ya que permitía ser una experiencia divertida para toda la familia y todas las edades.
A pesar de la enorme popularidad que cargaba el lugar, al igual que su homónimo del Rollo, cerraría sus puertas para siempre en 2007. Desencadenando una serie de problemas para la empresa que había estado manejando el lugar.
¿Por qué cerró Atlantis?
El parque acuático no llegaría a sobrevivir en el nuevo siglo.
Atlantis era un parque que necesitaba de varios fondos para poder mantener a todas sus criaturas marinas y en buenas condiciones los juegos que tenía dentro. A inicios de la década de los años 2000 la afluencia del público comenzaría a bajar, lo que pondría en problemas al lugar.
La razón principal por la cual las personas dejaron de acudir fue por la situación económica de aquella época. A inicios del siglo, la crisis económica de 2008 se encontraba a la vuelta de la esquina y la población mexicana comenzaba a sentirlo.
La poca afluencia obligó al parque de diversión abrir ciertos días y otros permanecer cerrado, lo que generó un impacto importante en la cantidad de recursos que recibían y eso generaba deudas en él mantenimiento de sus instalaciones.
Para 2007 la situación del parque se encontraba totalmente incontrolable y tuvieron que cerrar sin ningún tipo de explicación. A pesar de ello los propietarios del parque prometieron que se trataba de una remodelación y que el parque regresaría con más fuerza, lo cuál no sucedió y dejo al parque en ruinas por más de diez años.
Animales abandonados
Tras el cierre de las instalaciones varios animales, entre ellos delfines y lobos marinos, fueron dejados a su propia suerte.
Gracias a distintos denuncias ciudadanas, redes sociales y drones con cámaras, en el año de 2012 se pudo revelar que la empresa que había cerrado el lugar abandonó a varios de sus animales. Obligando a la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente a crear una carpeta de investigación para determinar la condición de los animales.
El mismo año se determinó que los animales no podían seguir viviendo en aquellas condiciones y se les sacó del recinto abandonado para llevarles a los estados de Jalisco y Guanajuato en donde recibieron los cuidados que necesitaban.
Hoy en día
Se ha confirmado el regreso del tan querido parque con una renovación entera de sus instalaciones.
El pasado 17 de agosto de 2021 la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, confirmó que el parque ha sido entregado a la CDMX y que será rehabilitado bajo el proyecto de Naturaleza y Cultura. Dentro de su tweet compartió un video en el que se observa el avance de obras que rehabilitarán el lugar.