Espectáculos

Alzan la voz por el cine de los pueblos originarios en el FICG

El cine de los pueblos originarios no cuenta con una representación adecuada; de acuerdo con el IMCINE en 2020 se realizaron 111 películas en México, de las cuales el 20 por ciento son de temática indígena o afrodescendiente.

De acuerdo con los ponentes la importancia de esas historias es mayúscula en una sociedad en donde estamos ensimismados en una sola visión del mundo. (Raúl Muñoz)

La pandemia de COVID-19 representó una caída gigantesca a la industria del cine; en 2020 se estima que a nivel mundial la recaudación en salas cayó un 72 por ciento, no obstante, existen historias que con o sin la pandemia, casi nunca son visibilizadas.

El cine de los pueblos originarios no cuenta con una representación adecuada; de acuerdo con el IMCINE en 2020 se realizaron 111 películas en México, de las cuales el 20 por ciento son de temática indígena o afrodescendiente, sin embargo, estas historias en su mayoría no son contadas por las mismas comunidades.

“No es la misma mirada… donde la gente no habla, donde se nos ve como ardillas o como animales: ‘aquí come’, ‘aquí hacen algo que no sabemos qué es, muy raro pero ahí hacen eso’. La historia desde nosotros va a ser muy distinta, está llena de otros conflictos”, explica Luna Marán, cineasta mexicana de la comunidad zapoteca de Guelatao de Juárez, Oaxaca.

De acuerdo con los ponentes la importancia de esas historias es mayúscula en una sociedad en donde estamos ensimismados en una sola visión del mundo. “En un contexto global de crisis, delata que hay historias que son necesarias ser escuchadas porque hay conocimientos que son necesarios”, comenta Luna Marán.

La cineasta también menciona que esta poca visibilidad se debe a un asunto de discriminación, clasismo y racismo. De acuerdo con el Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (CONAPRED); el 20 por ciento de la población indígena en México declaró haber sido discriminada, además, el 29 por ciento mencionó la existencia de al menos una negación de derechos y el 50 por ciento dijo sentir que sus derechos se respetan poco o nada.

Por su parte, la última la Encuesta Nacional sobre Discriminación del INEGI, expone que el 75 por ciento de la población de las comunidades originarias, consideran que son poco valoradas por la mayoría de la gente.

El terreno no es parejo ni siquiera en cosas más básicas, entonces no es de sorprender que estas comunidades no cuenten con las herramientas para contar sus historias a través del cine, no obstante a pesar de todas las limitaciones, lo hacen.

“Cuando tenemos la necesidad de crear arte, pues buscamos los recursos que tengamos a la mano”, explica Elvis Caj, director de cine guatemalteco que es parte de la delegación del país invitado de la edición número 36 del FICG, también presentó su cortometraje ‘Limeru Barana’. “Cuando comencé en todo esto, no tenía como toda esta facilidad que tenemos hoy en día, entonces, me tocaba hacer los guiones en cuadernos, ahí los escribía y todo y ya pues con los amigos lo filmaba”, recuerda el director.

Por su parte, Luna Marán dice que el cine de los pueblos originarios no es nuevo, que de hecho lleva muchos años, pero los problemas no solo están en el acceso a las herramientas sino también en la difusión. “El hecho de que no sea conocido tiene que ver con una acción muy clara de no hacer existir, no hacer evidente, no visibilizar de manera equitativa”, Marán, remarca que también por todo eso, su cine no está en los libros de historia del cine mexicano.

Enrique Salanaic, actor y realizador guatemalteco, destaca la importancia de las nuevas tecnologías, las cuales favorecen al proceso de creación para algunas comunidades. “Ahora con la llegada del internet, de la computadora, facilita mucho el guardar la memoria histórica que tenemos o que se nos ha despojado, y eso implica una facilidad para poder seguir creando o escribiendo”, explica el actor. A pesar de ello, también comenta que las limitantes están hasta dónde llega la accesibilidad a esas tecnologías.

A pesar de las grandes carencias expuestas por los realizadores que han existido a lo largo de la historia, también reconocen que las cosas han ido mejorando de apoco, no obstante, remarcan la importancia de crear puentes de comunicación entre sus pueblos y las demás comunidades, además, de acabar con la retórica colonizadora de mostrarlos como personas “exóticas” y brindarles los accesos para que puedan hablar de sus historias y contarlas ellos mismos.

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