La vida de Freddie Mercury se apagaba poco antes de dar a conocer su resultado positivo por VIH, justo un día antes de morir en la tranquilidad de su casa a los 45 años, en un ambiente donde se rodeó de sus amigos y su pareja, Jim Hutton.
Aunque no se sabe qué fue de sus restos, se piensa que se encuentran en el cementerio Kensal Green, de Londres. La única persona que sabe la verdad es a la que llamó el amor de su vida, Mary Austin. Así es como quiso el músico, que deja un legado que ha pasado de generación en generación.
Las cinco curiosidades de Freddie
“No voy a ser una estrella, voy a ser una leyenda”, era una de las famosas frases del ícono de la música. Con una imagen arriesgada que lo caracterizó, que incluyó un bigote y una dentadura prominente, recordamos algunos datos curiosos del líder de Queen.
Ascendencia
Su familia era de ascendencia india parsi, una comunidad que habita especialmente el oeste de la India. Su religión era la zoróastica donde adoran a Ahura Mazda como la deidad suprema. Incluso se cree que Farrokh Bulsara, su nombre real, comenzó a cantar en el Templo Zoroástico de Stone Town, en su ciudad natal Zanzíbar.
Otros trabajos
Antes de convertirse en el enigmático personaje que recordamos hoy, Freddie tuvo algunos otros trabajos que no estaban relacionados con la música. Junto a Roger Taylor tuvo un puesto en el mercado Kensington en donde vendían ropa vintage de segunda mano. Además, también formó parte del equipo de catering del aeropuerto de Heathrow y se desenvolvió como mozo en un almacén.
Su particular voz
Un equipo de investigadores realizó un estudio científico que probó que Mercury podía hacer vibrar los pliegues de su garganta para lograr frecuencias subarmónicas como los cantantes de garganta, emulando la voz de un barítono. Se llegó a pensar que su estilo de canto se debía a los cuatro dientes incisivos extra en su boca, por lo que aunque no le gustaba su dentadura se negó a arreglarla porque temía que su voz se dañara.
Sus mascotas
Aunque el cantante afirmó que no le gustaba cocinar ni servía para los quehaceres del hogar era un ferviente admirador de los gatos y en su casa convivió con algunos de ellos a los que llamó: Delilah, Oscar, Tom Dorothy, Miko, Goliath, Lily, Romeo, Jerry y Tiffany. Cuando salía de gira pedía que la bocina del teléfono estuviera cerca de ellos de tal manera que pudieran escucharlo.
Obsesiones y paranoias
Los asistentes personales que trabajaban junto al músico debían cargar en todo momento con pluma y papel por si le llegaba la inspiración para la letra de alguna canción, por los que les descontaba dinero en su salario si no era así. Era paranóico cuando se trataba de subirse a un avión, en especial el modelo DC10 que ya había sido protagonista en algunos accidentes aéreos.