El actor Bradley Copper habló sobre su adicción a las drogas y el alcohol, así como la manera que encontró para sobrellevar quizá el periodo con mayor depresión en su vida antes de ser una popular estrella de Hollywood con películas con éxito en taquilla y nominaciones a los premios Oscar, además de su debut como director en Nace una estrella.
Quien formara parte del elenco de El Callejón de las almas perdidas, de Guillermo del Toro, participó en el podcast Smartless con su amigo Will Arnett, con quien compartió departamento hace algunos años. El estadounidense, quien regresa con Netflix de la mano de una película autobiográfica de Leonard Bernstein, confesó que fue gracias a su colega que se dio cuenta de su problema.
“El tipo que creo que hace un humor cruel me está diciendo la verdad y cambió toda mi vida”, expresó luego de que Arnett asegurara que en esa época lo único que quería es que estuviera tranquilo. “Sabía que no te sentías nada bien con todo aquello”, le dijo el comediante.
De acuerdo con Cooper, en los años 2000 sufrió de una mala racha que comenzó con un despido de la serie de televisión Alias y un corte en el tendón de aquiles, por lo que perdió la confianza en sí mismo e incluso pensó en abandonar la actuación.
“Estaba muy perdido y era adicto a la cocaína”, confesó. “Will se arriesgó a tener esa conversación difícil conmigo en julio de 2004 y eso me puso en el camino de decidir cambiar mi vida. Realmente fue Will Arnett. Él es la razón”, agregó.
¿Cómo Bradley Copper superó su adicción?
Antes de que su carrera se abriera paso gracias a la trilogía ¿Qué pasó ayer?, que filmó cuando tenía 36 años, creía que ninguna mujer se fijaba en él. Pero, a raíz del nacimiento en 2017 de su hija Lea –producto de su relación con la modelo Irina Shayk–, su vida cambió y decidió permanecer sobrio.
“Atravesé todos aquellos problemas incluso antes de que la fama jugara un papel en mi vida. Todo aquello ocurrió antes de que viniera lo demás”, manifestó.
Ahora con cinco años, su primogénita es la razón para poner orden en sus asuntos, por lo que aquellos años de consumo quedaron atrás. “Tienes un gran avance con un guión o un momento insuperable en el set o una sala de edición. Tienes como 40 de esos momentos todos los días con tu hija, es ese nivel de alegría. Y no le estoy dando vueltas, esta es la verdad”.