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¿Qué es el aneurisma, padecimiento que Emilia Clarke, de ‘Game of Thrones’, sufrió dos veces?

La actriz contó que perdió la función en parte de su cerebro luego de sentir el dolor más insoportable de su vida.

La actriz Emilia Clarke, reconocida por su papel como Daenerys Targaryen en la serie Game Of Thrones, de HBO, sufrió de dos aneurismas en su filmación (entre 2011 y 2013) debido a los cuales perdió la función en parte de su cerebro.

Ante ello, la británica de 35 años se siente afortunada de no sufrir secuelas como la mayoría de a quienes afecta, ya que de acuerdo con el Hospital de la Universidad de Illinois cuando estos se rompen causan la muerte en alrededor del 40 por ciento de los pacientes y de los sobrevivientes casi la mitad tienen algún tipo de discapacidad permanente.

¿Qué es un aneurisma cerebral?

La institución asegura que es una protuberancia que se forma dentro de las paredes de una arteria debido a una debilidad en los vasos sanguíneos luego de que el área se vuelve más delgada. El peligro más grande es que la arteria abultada se puede romper, lo que causa un sangrado en el cerebro.

Aunque generalmente no se presentan síntomas en su formación, cuando se rompe se pueden generar intensos dolores de cabeza. Existen dos tipos de aneurismas cerebrales:

  • Aneurisma sacular: Es el más común y toma su nombre ya que a simple vista se ve como un saco formado en una intersección.
  • Aneurisma fusiforme: Aparece como un ensanchamiento de la arteria en el área débil.

La experiencia de Emilia Clarke

Después de los episodios que Clarke sufrió, se dijo sorprendida que pueda llevar una vida normal cuando una cantidad de su cerebro ya no se puede usar debido a que perdió su función.

“En los accidentes cerebrovasculares tan pronto como cualquier parte de tu cerebro no recibe sangre por un segundo, desaparece. Entonces, la sangre encuentra una ruta diferente para moverse, pero luego, lo que deja de funcionar desaparece”, confió sobre su condición a Sunday Morning de la BBC.

La actriz lo denomina como el “dolor más insoportable” lo que vivió. “Es notable que puedo hablar, a veces articuladamente, y vivir mi vida con total normalidad sin absolutamente ninguna repercusión. Estoy en la muy pequeña minoría de personas que pueden sobrevivir a eso”, agregó.

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