“Me tocó una época del cine maravillosa, la época del cine de oro nacional”, comentó en una ocasión la actriz mexicana Anabel Gutiérrez, quien falleció este domingo a los 89 años, conocida por cintas como Escuela de vagabundos (1955), donde trabajó don Pedro Infante.
Su legado permanece no solo en la comedia de la década de los 80, donde actuó como Doña María Espotaverderona Torquemada, madre de ‘La Chimoltrufia’ (Florinda Meza), sino que antes de llegar la pantalla chica tuvo un valioso paso por las cintas de la Época de Oro del cine mexicano, al lado de personalidades como Sara García, Joaquín Pardavé, Mario Moreno ‘Cantinflas’ y ‘Tin Tán’.
Anabel Gutiérrez llegó al cine desde muy temprana edad, a los 16 años participó como extra en la película El diablo no es tan diablo y su carrera despegó en la década de los 50.
“Yo escogí ser actriz porque vengo de una familia de teatro, me crie y viví en el teatro, mi papá era actor, mi mamá era bailarina, mi abuelo era actor cómico y mi abuela era cantante de ópera”, dijo en 2019 al programa 24 x segundo.
Anabel Gutiérrez: Así fue actuar en la Época de Oro
En dicha entrevista de 2019, la actriz relató cómo fueron sus años en esa época de bonanza para el cine mexicano, comentó que curiosamente de todas las cintas que hizo, siempre la recuerdan por Escuela de vagabundos.
La película se lanzó en 1955, protagonizada por Pedro Infante y Miroslava Stern, bajo la dirección de Rogelio A. González.
En el elenco estaban Blanca de Castejón, Óscar Pulido, Fernando Casanova, Liliana Durán, Eduardo Alcaraz, Dolores Camarillo, Óscar Ortiz de Pinedo, Aurora Walker, Carlos Bravo y Fernández, Ramón Valdés y Carlos Robles Gil.
Anabel Gutiérrez interpretaba el papel de Laura ‘Lala’ Valverde, cuya actuación le valió ganar un premio Ariel por mejor actuación juvenil.
“Fue un peliculón”, dijo Gutiérrez en 2019. La actriz relata que sobre ese rodaje recuerda con mucho cariño al elenco, “Pedro estaba maravillosamente bien... fue una película que me dejó mucha huella, todos muy compañeros, muy amigos... Había un compañerismo en esa película, todos éramos estrellas”.
“Pedro era un caramelo, se trabajó muy bien con él; a mí no me pelaba porque estaba muy chamaca, pero todas las chamacas estaban ‘Ay, Pedro Infante’, era divino”, agregó.
De esa época, también contó entre sus favoritas a Muchachas de Uniforme (1951), Rostros olvidados (1952) y Deseada (1951), con Dolores del Río y Jorge Mistral, en la cual considera que se inició como actriz.
Sobre Dolores del Río dijo que “era muy especial” y Miroslava Stern era “divina”, “la primera película que hice yo la hice con Miros (La liga de las muchachas), era un caramelo de niña.
En una ocasión la maquillaron mal para la cinta Deseada, al grado que no se reconocía, al llegar a grabar y el director Roberto Gavaldón pidió al maquillista Armando Meyer que volviera a hacerlo: “Ella es lo mismo de estrella que Dolores (del Río), aquí no hay política, o me la maquillan bien o se las voy a desmaquillar todos los días”, dijo él.
Además, comentó en la entrevista que toda la familia Soler fueron sus padrinos en el cine, además de Sara García, Joaquín Pardavé y Joaquín Cordero.
Gutiérrez se retiró del cine en 1999 con La paloma de Marsella; sin embargo, siguió en las pantallas hasta hace el año 2007, donde actuó en la novela juvenil Lola, érase una vez, al lado de Eiza González.