A lo largo de su vida la actriz, política y cantante Irma Serrano, mejor conocida como ‘La Tigresa’, recibió costosos regalos, algunos de ellos por parte de sus exparejas como el expresidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, de quien fue amante durante su mandato.
Quien murió a los 89 años mantenía excéntricos gustos por objetos lujosos y de valor histórico, por lo que tenía una colección que incluyó joyas y pertenencias que datan de otros siglos. Reconocida por su fuerte carácter, vio la fama en los sesenta al formar parte de obras de teatro, películas y programas de televisión.
“Es que era yo muy simpática”, le dijo entre risas a Gustavo Adolfo Infante al afirmar que había aceptado grandes detalles del político con el que tuvo una relación de cerca de cinco años. “Siempre tiré a la última cabeza y tuve suerte porque era bella, sí, pero no tan bella para la suerte que tuve”, añadió al asegurar que la consentía.
Los regalos a Irma Serrano ‘La Tigresa’
Uno de los regalos más imponentes que ‘La Tigresa’ recibió fue una mansión ubicada en la calle Peñas en el Pedregal. Al frente, el obsequio de Díaz Ordaz tenía una estatua de un diablo desnudo y una arquitectura que destacaba entre la zona.
La exponente de música ranchera tenía afición por las antigüedades que luego formaron parte de una exhibición del Castillo de Chapultepec. De acuerdo con la revista Quién, poseía un piano corto que anteriormente había pertenecido a Maximiliano de Habsburgo, emperador de México, en su casa en Reforma.
También habría dormido en la cama en donde también lo hacía la esposa de Maximiliano, Carlota, la cual está adornada con cisnes y detalles dorados. Aparentemente un comedor de Los Pinos llegó a su mansión, misma que contaba con algunos mosaicos de la emblemática construcción ubicada en el bosque de Chapultepec.