La modelo y actriz Silvina Luna fue desconectada por sus familiares luego de varias semanas internada en un hospital derivado de los problemas de salud que le causó una cirugía estética a la que se sometió en 2011 luego de que el doctor Aníbal Lotocki inyectara metilmetacrilato a sus glúteos.
Durante algún tiempo se sometió a diálisis al desarrollar insuficiencia renal e hipercalcemia, que aumentó su nivel de calcio en la sangre, lo cual está relacionado con los cálculos renales y el debilitamiento de los huesos.
¿Qué es el polimetilmetacrilato?
Se trata de un producto sintético que usualmente es utilizado en la medicina para la realización de prótesis dentales o la fijación de prótesis de cadera. Es un biopolímero compuesto de microesferas de acrílico gel que se comercializa para promover la voluminización.
Además de los glúteos, otra de las zonas en donde más se aplica es en la cara. Según Montserrat Fotbona, cofundadora de la Clínica Áurea y exdirectora de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, “están contraindicados por los daños permanentes y las secuelas, incluso fatales, que pueden producir al ser aplicaciones en el cuerpo humano”, dijo a Biobiochile.
Los efectos del metilmetacrilato
Esta sustancia es difícil de absorber por el organismo y, por lo tanto, compleja de retirar. Algunos de sus efectos secundarios causan inflamación, infección y enrojecimiento al romper la piel y los tejidos, lo que conlleva a úlceras y deformaciones visibles y no visibles e incluso la muerte de las células y tejidos llamada necrosis.
La médica y especialista en cirugía plástica y reparadora, Mónica Milito, explicó a La Nación las graves complicaciones, entre las que se incluyen enfermedades autoinmunes como diabetes, lupus, artritis reumatoide, como respuestas a la aplicación.
“En los estadios más importantes, cuando empieza la hipercalcemia, ahí ya se produce la insuficiencia renal o, incluso, en algunos pacientes que han tenido desprendimiento, se producen embolias, trombosis y muerte súbita o infarto por estos rellenos”.