Eugenio Derbez se encontraba en Atlanta con su hijo Vhadir Derbez cuando sufrió un accidente por el que se sometió a una cirugía de reconstrucción en el hombro.
Acompañado por su esposa Alessandra Rosaldo, el actor y comediante reveló lo que pasó tras el incidente, incluido un vuelo en donde pedía algo que aliviara su intenso dolor ante la respuesta negativa de las sobrecargos que “me trataron como un pordiosero”.
¿Qué pasó luego del accidente de Eugenio Derbez?
El también director contó que “fue muy difícil” para Vadhir, quien no supo qué hacer en ese momento, ya que él no se podía mover. “Los gritos que yo pegaba ‘por favor duérmanme, mátenme, ya no aguanto’ y ni llorar podía”, dijo a Ventaneando.
Finalmente, lo durmieron para acomodarle el hombro “no en su lugar, porque ya no había donde meterlo”, recordó. Entonces le dijeron que fuera a un hospital porque la fractura era complicada. Al llegar al aeropuerto, fue directo con el cirujano que le habían recomendado.
Para su sorpresa, le pidió esperar unos días para prepararse y pedir las piezas que necesitaba debido a la dificultad de la intervención, cuya otra opción era “literal te cortan y te meten hombro de plástico con el peligro de que tu cuerpo lo rechace”.
También se refirió a las versiones que surgieron, como que había atropellado a alguien y dado a la fuga o una supuesta pelea a golpes con Vadhir en el momento en el que se recuperaba con opioides, pues eran lo único que le calmaba el dolor.
Le recetaron cantidades fuertes, por lo que le dieron un antídoto en caso de sobredosis y les hicieron firmar papeles de lo que se le administraba.
Alessandra Rosaldo cuenta cómo vivió el accidente de Eugenio Derbez
La cantante de Sentidos Opuestos afirmó que es una de las cosas más fuertes que han enfrentado como pareja. “Fue la primera vez que lo vi completamente roto de espíritu”.
El accidente ocurrió un miércoles y ella vio a Eugenio hasta el viernes en la tarde “completamente roto y destrozado” luego de que “no le quisieron hacer nada porque dijeron: ‘Aquí no tenemos la capacidad’”.
Llevaba prácticamente 2 días sin bañarse ni comer. “Cuando yo lo vi me quise morir”, aunque tuvo el apoyo de su mamá que viajó para ayudarla. Al salir de la cirugía -de cerca de 3 horas de duración-, le dieron algunas indicaciones.
“Me lo entregan en silla de ruedas, inconsciente, dormido, ni siquiera se había terminado de despertar de la operación”, algo que cuestionó.
Otro susto se lo llevó cuando lo bañaba por primera vez y se desmayó en la regadera cuando estaba sola luego de decirle que se sentía mal. “Lo empiezo a querer sostener, pero es peso muerto y con jabón. Fue un momento muy dramático (…) entré en pánico”.