Una nueva forma de extorsión ha sido identificada por ciudadanos en el Estado de México.
Se trata de presuntos estafadores que dejan caer celulares, usualmente de una gama muy alta, en algún lugar público, especialmente bancos o centros comerciales, a la espera de que una persona lo recoja y decida llevárselo.
Por medio del GPS del teléfono, la persona que se lo lleva a su hogar es seguida por los presuntos estafadores quienes se presentan con policías y una acusación de robo.
Una vez que llegan al Ministerio Público cuentan con un cómplice que reconoce a la persona como un asaltante y la prueba que presentan es el celular que la o el ciudadano recogió en el banco o en el centro comercial.
Como ya existe una denuncia y una acta de por medio, los estafadores piden a las personas entre 80 y 160 mil pesos para retirar los cargos y con ello evitar que sean procesados.
Con información de Rodolfo Ugarte.