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Sindicato de EU acusa ‘mano negra’ en armadora de GM en Silao

Silao fue el epicentro de una de las primeras controversias surgidas de la nueva ley laboral en México.

La AFL-CIO denunció presunta falta de neutralidad por parte de los administradores de la planta de GM durante el nuevo proceso de selección de representantes sindicales por parte de sus trabajadores. (Cuartoscuro).

Los ánimos se están calentando una vez más en la armadora de General Motors en Silao, Guanajuato, amenazando con que estalle otra controversia laboral que podría requerir la intervención del gobierno mexicano e incluso la del estadounidense.

La Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO por sus siglas en inglés) denunció la presunta falta de neutralidad por parte de los administradores de la planta de GM durante el nuevo proceso de selección de representantes sindicales por parte de sus trabajadores.

Según la central obrera -la más grande de Estados Unidos y Canadá-, el sindicato “Miguel López Trujillo”, afiliado a la CTM, ha recibido acceso privilegiado a los trabajadores en Silao, mientras que los miembros del Sindicato Independiente Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria Automotriz (SINTTIA) sufren actos de intimidación.

“Estamos profundamente preocupados por los reportes de que la administración en GM no se ha mantenido neutral durante el proceso, proveyendo al sindicato de la CTM acceso privilegiado a los trabajadores de la planta e ignorando el acoso e intimidación contra los líderes y simpatizantes del SINTTIA”, acusó la central obrera en un comunicado.


La AFL-CIO hizo un llamado a GM para que tomen “acciones inmediatas para establecer piso parejo en la planta”, permitiendo a los trabajadores elegir libremente a sus representantes sindicales, “como lo exigen la ley mexicana y el T-MEC”.

También pidió al gobierno mexicano colocar inspectores laborales independientes en la planta para reforzar el proceso de selección de representantes.

Silao fue el epicentro de una de las primeras controversias surgidas de la nueva ley laboral en México, además de la letra del tratado que firmó con Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Tras un voto controversial en abril, se organizó en agosto una segunda elección para validar o rechazar el contrato colectivo en la planta de GM, llevado por el sindicato “Miguel López Trujillo”. Los trabajadores rechazaron el contrato colectivo, abriendo el proceso para la negociación de uno nuevo, potencialmente llevado por otro sindicato.

Aunque son sindicatos extranjeros, tanto la AFL-CIO como su contraparte canadiense (Unifor) han mostrado mucho interés por los procesos de legitimación de contratos en México.

El capítulo laboral del T-MEC obliga a México específicamente a garantizar el ejercicio libre y transparente de la democracia sindical. Tanto el gobierno estadounidense como el canadiense pueden reclamar violaciones a los derechos laborales en el país, y sus sindicatos se han vuelto brazos efectivos a la hora de ejercer presión en caso de controversias.

Esto ha facilitado lo que puede caracterizarse como una resucitación del sindicalismo mexicano. Con el apoyo de lo dispuesto en el T-MEC, tanto los sindicatos como los trabajadores tienen una mejor mano para negociar con sus patrones.

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