CIUDAD DE MÉXICO.— Poco antes de que entrara en vigencia en México la exigencia de visa para los venezolanos, en la frontera norte del país se registró una tragedia cuando la niña Victoria Lugo Mayor, originaria de Venezuela, se ahogó en el Río Bravo al intentar junto a otros migrantes ingresar ilegalmente a Estados Unidos.
Victoria, de 7 años, murió la mañana del 18 de enero en las frías aguas del río fronterizo cuando intentaba atravesarlo junto a su madre Mayerlin Mayor y otros migrantes.
Mayor, una maestra venezolana de 36 años, logró salvarse gracias a que otro de los migrantes que iba en el grupo la auxilió y la llevó a hasta la orilla del territorio estadounidense.
“Da mucho dolor… es un golpe muy fuerte para la familia”, afirmó Guillermo Castillo, tío de Victoria, al confirmar vía telefónica desde la ciudad de Maracaibo, al occidente de Venezuela, el deceso de la niña.
El cuerpo de la menor fue localizado el martes a las orillas del Río Bravo por agentes del Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración de México y llevado a la localidad mexicana de Ciudad Acuña, fronteriza con el estado de Texas, a la espera que se completen los trámites legales para su traslado, informó el organismo a The Associated Press.
Mayor y su hija arribaron la semana pasada a México vía área días antes de que entrara en vigencia este 21 de enero una regulación que obliga a los venezolanos a solicitar una visa para ingresar al territorio mexicano.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que es cercano a la administración del mandatario venezolano Nicolás Maduro, impuso la exigencia para detener el creciente del flujo de venezolanos que huyen de la crisis económica y social que golpea al país sudamericano, y que usan a México como puente para ingresar ilegalmente a Estados Unidos.
El presidente Joe Biden ha contado con el apoyo de México para tratar de contener el movimiento masivo de migrantes hacia la frontera sur de Estados Unidos, lo que se ha convertido en un dolor de cabeza para su administración.
“Este caso de la niña pone de manifiesto el drama que viven los venezolanos quienes se ven obligados a dejar nuestro país. Lo doloroso es que así será la tragedia tan grande que ellos son capaces de arriesgar su vida”, afirmó Carlos Vecchio, representante diplomático del gobierno interino del opositor Juan Guaidó en Washington, quien precisó que durante el 2021 se reportó el ingreso ilegal a territorio estadounidense de unos 80 mil venezolanos, cifra que supera en más de seis veces el registro del año anterior.
De acuerdo con cifras de Naciones Unidas, en los últimos años han salido de Venezuela más de seis millones de personas, que representan más del 10 por ciento de su población.
Vecchio descartó que la exigencia de visa de México vaya a evitar que los venezolanos sigan utilizando el país latinoamericano como puente para entrar a Estados Unidos, e indicó que mientras no se atienda la raíz del problema, que aseguró que es la crisis generada por el régimen de Maduro, “no habrá manera de parar el éxodo”.
Castillo, un ayudante de cocina de una gabarra petrolera de 50 años, relató a AP que Mayor decidió irse a Estados Unidos ante el deterioro de las condiciones de vida en su natal Maracaibo, una ciudad petrolera sumida en una profunda crisis por constantes apagones y fallas en los servicios de agua y gas. Además, debido a que su salario como maestra pública no le alcanzaba ante la desbocada inflación de tres dígitos que golpea a la nación sudamericana.
“Uno tiene que tratar de salir y darle la oportunidad a los hijos porque aquí lastimosamente, aquí no hay futuro”, agregó.
Mayor y su hija dejaron el 13 de enero la casa donde vivía junto a sus padres, en la barriada popular Felipe Pirela de Maracaibo, e iniciaron un recorrido por tierra hasta la ciudad colombiana de Medellín. Luego tomaron un vuelo hasta México, a donde arribaron el 15 de enero, y subieron hasta Ciudad Acuña, relató al portal de noticias venezolano El Pitazo Mayibeth Mayor, hermana de la maestra.
Poco antes de salir para atravesar el Río Bravo, junto al grupo de migrantes y los coyotes, la maestra se tomó una fotografía con su hija, quien vestía una chamarra roja y pantalones de mezclilla, y se la envió a su familia.
“Era la alegría de la casa”, expresó el tío al recordar a la pequeña.
Castillo dijo desconocer cuanto pagó su cuñada para que la llevaran hasta Estados Unidos, pero admitió que fue mucho dinero y que por ello nadie de la familia pudo acompañarla. “No hay cómo irse. Sacar pasaporte, una visa. No hay ahorita ese dinero porque lo que uno agarra es para medio comer”, señaló.
En medio de la conmoción por la pérdida de su hija, Mayor fue retenida temporalmente en territorio estadounidense y luego fue puesta en libertad sin pago de fianza y se le entregó una notificación para comparecer en una Corte de migración, informó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Tiffany Burrow, directora de operaciones de Val Verde Border Humanitarian Coalition, indicó a AP que CBP se comunicó con la organización, que asiste a los migrantes, para avisarles sobre Mayor y se las entregó en la ciudad fronteriza de Del Rio, Texas.
Vecchio señaló que funcionarios de su oficina entraron en contacto con las autoridades estadounidenses y mexicanas para los trámites de traslado del cuerpo de Victoria desde Ciudad Acuña hacia Estados Unidos donde se encuentra su madre, proceso que aseguró que espera que se concrete en las próximas horas.