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Sacerdotes jesuitas asesinados en Chihuahua: Esto es lo que sabemos

AMLO señaló este martes que las autoridades ya investigan el caso y dejó entrever que ya hay información de los presuntos responsables.

Se desplegó un operativo conjunto por la región, con elementos de la Agencia Estatal de Investigación, Secretaría de Seguridad Pública Estatal, Guardia Nacional y Ejército Mexicano. (Cuartoscuro)

La comunidad de Jesuitas de México denunció este martes el asesinato de Javier Campo Morales y Joaquín César Mora Salazar, dos misioneros que hacían labores en el templo de la comunidad de Cerocahui, así como de un civil, en el municipio de Urique, en la sierra de Chihuahua.

Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 18:00 horas del lunes, cuando un hombre ingresó en el templo para ocultarse del ataque de un sicario que lo perseguía. Minutos más tarde, el agresor atentó contra el sujeto y contra los dos padres que se encontraban en el templo, donde intentaron convencer a el sujeto para que no disparara.

Posteriormente, el asesino con la ayuda de otros hombres se llevaron los cadáveres del lugar y aún se desconoce su paradero.

De acuerdo con un mensaje de texto que llegó a los medios, el padre Javier Ávila conocido como “Padre Pato”, conocido desde hace más de tres décadas por su activismo en la región, acusó que el asesinato fue orquestado por José Noriel P.G., alias “El Chueco”, jefe de operaciones del grupo criminal ‘Los Salazares’, brazo armado del cártel de Sinaloa en ese lugar.

Los jesuitas mencionaron que, en la actualidad, la sierra tarahumara enfrenta condiciones de violencia y olvido, al igual que otras regiones mexicanas, donde todos los días son asesinados hombres y mujeres.

Por otra parte, el sacerdote Hernán Quezada dijo este martes que los jesuitas se encontraban en una reunión en la comunidad, cuando escucharon ruido en el templo, donde fue asesinado el hombre que era perseguido y afirmó que aún no se tiene información sobre cuántas personas estuvieron involucradas en el ataque y en la sustracción de los cuerpos.


Ola de violencia en Chihuahua provoca despliegue de la Guardia Nacional

Previo al homicidio de los sacerdotes jesuitas en Cerocahui, cuatro turistas que vacacionaban en la región fueron secuestrados por presuntos integrantes del crimen organizado.

La Fiscalía de Chihuahua informó que las víctimas son dos hombres, que fueron identificados como Paul Osvaldo B. y Armando B., así como una mujer y un menor de edad, según la denuncia que interpusieron este martes los familiares de los desaparecidos.

Después de las 13:00 horas del mismo lunes fue privado de la libertad Pedro Eliodoro Palma, quien fue identificado como el civil que fue asesinado junto a ambos religiosos y que tenía más de 40 años de trayectoria como guía de turistas en la zona, informó la dependencia.

La instancia dio a conocer que se desplegó un operativo conjunto por la región, con elementos de la Agencia Estatal de Investigación, Secretaría de Seguridad Pública Estatal, Guardia Nacional y Ejército Mexicano, que efectúan patrullajes en los poblados, rancherías y caminos vecinales de la zona.

La ONU-DH condena asesinatos

Por otra parte, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó los asesinatos de los sacerdotes jesuitas.

“La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condena el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales (79 años) y Joaquín César Mora Salazar (80 años), ocurrido el 20 de junio en la parroquia de Francisco Xavier en Cerocahui, Chihuahua.”, dijo la ONU-DH en un comunicado.

“Los dos sacerdotes eran parte del equipo de religiosos y laicos que están en la Sierra Tarahumara, donde realizaban desde hace más de treinta y veinte años, respectivamente, un importante trabajo social y pastoral que, entre otras líneas, incluye fortalecer la cultura de la comunidad Rarámuri en todas sus dimensiones y la preservación del medio ambiente”, recordó la organización.

Guillermo Fernández-Maldonado, representante en México de la ONU-DH, dijo que el asesinato de ambos sacerdotes “nos recuerda la situación de violencia extrema y vulnerabilidad que enfrentan las comunidades de la Sierra Tarahumara en Chihuahua”.

“Ante estos crímenes aliento a los tres niveles de gobierno a implementar de manera efectiva el plan de contingencia que fue acordado en 2016 para prevenir y responder a los ataques contra personas defensoras y periodistas en el estado”, señaló el experto.

La ONU-DH -que dio sus condolencias a familiares y amigos de ambos asesinados- exhortó a las autoridades a desarrollar una investigación efectiva y exhaustiva de los asesinatos “considerando todas las líneas de investigación relevantes e identificando a los autores materiales e intelectuales”.

Además, señaló la necesidad de brindar a la comunidad de Cerocahui, y demás lugares de la Sierra Tarahumara en situación de riesgo, medidas de protección inmediatas, efectivas y concertadas con las mismas comunidades con el fin de proteger la vida e integridad de los habitantes.

Finalmente, pidió que los cuerpos de los sacerdotes, que fueron sustraídos de la iglesia por los autores materiales del asesinato, sean recuperados y se asegure la restitución digna de los mismos.

El asesinato de los sacerdotes fue condenado también por organizaciones civiles. Mientras que este martes, durante su conferencia de prensa matutina, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, señaló que ya investigan el caso y dejó entrever que ya hay información de los presuntos responsables.

Con información de EFE.

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