La Fiscalía General de Jalisco reveló este martes información preliminar que sugiere que la muerte de Luz Raquel Padilla, la mujer que fue quemada viva, fue producto de una autolesión y no de un ataque por parte de su vecino.
Luis Joaquín Méndez, fiscal de la entidad, informó en conferencia de prensa que tienen testimonios y evidencias de que la víctima pudo haberse prendido fuego ella misma, pues había comprado dos botellas de alcohol y un encendedor antes de llegar al parque donde fue prendida en llamas y que ahora son evidencia en el caso.
“Tenemos una entrevista de una persona que señala a Luz Raquel como la misma a la que le vende las dos botellas con alcohol y logramos determinar que una de las botellas que aparecen en la escena es de las que le fue vendida a Luz Raquel”, dijo.
También refirió que examinaron un video en el que la víctima llegó a comprar un encendedor a un negocio de bebidas alcohólicas cercano al lugar.
El crimen ocurrió el 16 de julio en un parque de la colonia (barrio) Arcos, del municipio de Zapopan, en la zona metropolitana de Guadalajara, la tercera ciudad más poblada de México, donde ella murió días después por estas lesiones.
Padilla, de 35 años y madre de un niño con autismo severo, había denunciado ante las autoridades durante meses las amenazas de su vecino, Sergio Ismael, quien incluso escribió que la iba a quemar viva en una de las paredes de su hogar.
La Fiscalía y las autoridades municipales fueron acusadas por los familiares de la víctima y grupos feministas de no atender de manera adecuada el caso, pues subestimaron las amenazas en un país en el que asesinan a más de 10 mujeres al día.
En la conferencia de prensa, el fiscal presentó dos videos, en uno de ellos se ve a Padilla quemar un objeto fuera de su casa a finales de junio.
Y en otro, fechado dos días después de la denuncia contra su supuesto agresor en mayo pasado, la víctima es vista moviendo la cámara de seguridad de la casa de su vecino.
Méndez aseguró que un día después de que ocurriera esto, la Fiscalía acudió al edificio donde la víctima vivía y encontraron las pintas escritas en la pared en las que era amenazada por su vecino.
El fiscal afirmó que las cámaras frente al parque donde ocurrió la agresión no han arrojado evidencia de que Padilla tuvo una discusión con alguien minutos antes de que estuviera envuelta en llamas, como fue la primera versión de los policías municipales.
“El informe policial al inicio es que atienden a Luz Raquel, cruzan algunas palabras con ella y la versión que tenemos es que los policías precisan la posible intervención de tres sujetos, entre ellos una femenina, que posiblemente habían agredido a Luz, es un tema que a los compañeros no les consta. Esa versión no la tenemos confirmada”, explicó.
Tampoco hay indicios de que Sergio Ismael estuviera en el lugar de los hechos cuando Padilla fue quemada, añadió.
El fiscal aseguró que la declaración del paramédico que atendió a la víctima indicó que lo primero que ella dijo es que se había quemado y no refirió una agresión.
Méndez aceptó que había un conflicto vecinal entre Luz Raquel y el supuesto agresor y que ella cuenta con dos demandas civiles por parte de los padres de él meses antes de la agresión.
Personas cercanas a Padilla han dado a conocer que el presunto agresor la había atacado antes con cloro industrial debido a que este se quejaba de que el hijo de ella gritaba mucho.
La víctima contaba con una orden de restricción contra su agresor que concluyó a principios de julio, mientras que la dependencia encargada de proteger a menores con discapacidad dejó de atender a su hijo.