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‘Se ha perdido el tiempo’: Angustia avanza más rápido que rescate en mina de Coahuila

Los familiares de los mineros atrapados en la mina de Coahuila, externaron su inconformidad en la estrategia de rescate del gobierno.

A principios de agosto, una mina se derrumbó y 10 trabajadores quedaron atrapados. (Alejandro Rodríguez/Alejandro Rodríguez)

En el onceavo día de las labores de búsqueda y localización de los 10 mineros atrapados, en el pozo de carbón de “El Pinabete”, en Coahuila, un nuevo y considerable incremento en los niveles del agua obligó el grupo interdisciplinario de los tres ordenes de gobierno a optar por la estrategia sugerida por los familiares desde el día del accidente.

“Pero también en la parte de atrás de la mina Las Conchas, se va a empezar a trabajar, se va a empezar a barrenar para tratar de taponear el ingreso que, se sostiene por parte de los ingenieros, vienen los volúmenes de agua de la mina Cochas hacia la mina el Pinabete; (la mina Conchas) una mina más grande, inundada, vieja y que de alguna forma a través del subsuelo se está comunicando, y se está pasando a la mina el Pinabete. Se va a tratar de taponear en la parte de atrás”, informó el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme a la salida de la reunión técnica que se realiza diario.

El mandatario estatal detalló que en tan sólo tres horas los niveles de agua en el interior de los pozos, incrementaron. “Subieron, subieron bastante. Subieron un poquito más”.

Los familiares en el campamento exterior del predio siniestrado reprocharon a las autoridades que la nueva estrategia esté basada en las sugerencias hechas por mineros de la región desde el día del accidente.

“Es que desde un principio ellos debieron haber atacado los cañones generales de Conchas norte, debieron haber instalado bombas ahí, por que es el proyecto que están comunicando, entonces desde un principio debieron atacar los cañones generales para darle mayor flujo de agua”, dijo Plutarco Ruíz Loredo, suegro de Sergio Cruz Gaytán, uno de los diez trabajadores atrapados.

“Yo pienso que si, si se ha perdido el tiempo”, enfatizó el hombre que en 2010 vivió un accidente similar y después de siete días logró salir con vida de la mina inundada.


Magdalena Montelongo Pérez, hermana de Jaime Montelongo, trabajador atrapado, desmintió la versión de la Coordinadora Nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, sobre que los trabajos se realizan las 24 horas, aseguró que ella ha estado las 24 horas los últimos 11 días en el lugar del accidente y ser testigo de que entre cuatro y cinco horas, las bombas dejan de funcionar.

“Esto es un crimen que no puede quedar impune, en caso de que mi hermano y sus demás compañeros no salgan con vida, esto es un crimen, por que trabajan bajo circunstancias muy malas y son los que generan el carbón en las entrañas de la tierra para nosotros tener luz, pagándoles 200 pesos la tonelada”.

En rueda de prensa, los familiares al exterior del predio siniestrado exigieron planos de los trabajos datos técnicos concretos y pusieron en duda la experiencia de quienes tienen a su cargo el rescate minero.

“Pues yo creo que no (son expertos), por que no se están viendo los resultado, por que si estuvieran la experiencia necesaria, ya se estuvieran viendo resultados, ahora ¿por que no aceptan opiniones de otras personas?; pero si no aceptan opiniones estamos mal, aquí hay que trabajar en grupo y en conjunto vamos en una misma finalidad, son seres humanos los que están allá abajo”, aseguró Magdalena Montelongo.

La hermana de Jaime Montelongo, reprochó también la falta de sensibilidad de las autoridades para dar a conocer los detalles de los trabajos de rescate.

“Para ellos es muy fácil decir los niveles de agua subieron, y nosotros que?¿la angustia, la desesperación, la incertidumbre, la tristeza y el dolor que estamos pasando, qué pasa con él?”.

Los familiares coincidieron en que lo importante ahora es el rescate de sus seres queridos, no sin antes responsabilizar a los dueños de la concesión minera de la tragedia por la que atraviesan.

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