Una casa donde se elaboraban artefactos de pirotecnia explotó en Villagrán, Guanajuato, este miércoles 7 de diciembre, dejando como saldo preliminar cinco personas sin vida, entre ellos tres menores de edad, además de varios heridos.
La tragedia ocurrió antes de las 11 de la mañana, en la comunidad de Suchitlán, ubicada al norponiente de la cabecera municipal de Villagrán, y contigua al canal de Coria.
Un fuerte estruendo se oyó a kilómetros de distancia. La gruesa columna de humo blanco que enseguida se elevó, se veía desde todos los puntos de la mancha urbana, hasta donde había alcanzado a oírse el estallido. De acuerdo con lo que señalaron habitantes de Suchitán, la onda expansiva había cimbrado las fincas en la localidad y algunos vidrios se rompieron.
La columna de humo fue visible desde varios puntos de Villagrán y tramos carreteros.
Tras la explosión, se movilizaron cuerpos de emergencia de Protección Civil, Bomberos y Ejército Mexicano.
La casa que explotó era utilizada para la elaboración de piezas de pirotecnia, cuya demanda se eleva en épocas decembrinas.
Varias personas se encontraban laborando dentro del lugar al momento de suscitarse la explosión, cuya causa, al momento, se desconoce.
De acuerdo a la información, la explosión provocó que algunas víctimas mortales fueran proyectadas hasta el bordo del canal de Coria, y otras quedaron debajo de los escombros.
En la pequeña barraca destruida por la explosión trabajaban regularmente cuatro personas, pero el primer reporte oficial hablaba de cinco fallecidos, a reserva de que se encontraran y confirmaran más víctimas
Los trabajadores del polvorín eran habitantes de Suchitlán, por lo que sus familiares llegaron enseguida, tratando de acercarse para conocer cuanto antes las consecuencias de la explosión.
Por otra parte, la escuela primaria de la comunidad de Suchitlán ‘Sor Juana Inés de la Cruz’ fue evacuada y los padres fueron llamados para que fueran a recoger a sus hijos.
Soldados del Ejército, así como bomberos y rescatistas de Protección Civil de Villlagrán, Cortazar y Celaya, trabajaron en la zona para atender el siniestro.
Nuevas explosiones, pero a pequeña escala, se siguieron registrando en el lugar todavía una hora después, en tanto que la población se mantenía a la expectativa.
La zona fue acordonada por personal del Ejército Mexicano y autoridades estatales y municipales.