El cadáver de José Noriel Portillo Gil alias ‘El Chueco’, fue identificado plenamente por su hermana Diana Carolina, en el Servicio Médico Forense de Los Mochis, Sinaloa, a donde fue trasladado, confirmó en rueda de prensa el fiscal de Chihuahua, César Jáuregui Moreno.
No obstante, indicó que como autoridad se confirmará al 100 por ciento que se trata del individuo, hasta contar con las respectivas pruebas de ADN que lo autentifiquen.
‘El Chueco’, señalado como el principal responsable del homicidio de dos sacerdotes jesuitas, un guía de turistas y un jugador de beisbol en el poblado de Cerocahui el 20 de junio del año pasado, fue encontrado sin vida la tarde de ayer en una brecha del municipio de Choix, en Sinaloa.
Jáuregui Moreno enfatizó que al momento no cuentan con detalles sobre cómo ocurrieron los hechos en los que perdió la vida, solo que tenía un disparo en la cabeza y había 16 casquillos percutidos de un rifle AR-15 esparcidos en la zona.
¿Qué sabemos de la muerte de ‘El Chueco’?
El fiscal de Chihuahua recordó que para su captura, se organizaron operativos en conjunto con las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina, y aunque no se logró su detención, se hicieron decomisos importantes de armas y de personajes que pertenecían a la banda, que aminoraron su poder de influencia en la región.
“Ayer, esto concluyó con los acontecimientos que al momento les he narrado, en cuanto a la información que tenemos de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa: se encontró el cadáver con cierto tiempo después de que lo mataron y se desconocen las circunstancias que rodean el hecho”, explicó.
Añadió que, sobre el homicidio del presunto delincuente, no existen reportes previos de algún tiroteo, ni altercados, solo que se le localizó 24 horas después de que ocurrió.
El pasado 16 de marzo, los titulares de los cuerpos de seguridad pública federal, estatal y municipales, se comprometieron a dar cumplimiento con las medidas cautelares solicitadas por la comunidad jesuita del municipio de Urique ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que consisten en garantizarles seguridad ante el riesgo permanente en que viven.
“Ahí la gobernadora (Maru Campos) fue precisa en su discurso, de que cuando sea capturado o abatido (’El Chueco’), las autoridades continuarán con la aplicación de las medidas, no solo para reforzar la seguridad de quienes las pidieron, sino para generar en toda la zona un clima que permita el desarrollo de la comunidad de la mejor manera posible”, expuso el funcionario.
El fiscal anunció que incluso, se construirá en la zona una comandancia de la Secretaría de Seguridad Pública estatal y uno más de la Guardia Nacional, para mantener una vigilancia permanente, que irá más allá de la garantía de seguridad hacia la comunidad jesuita.