Los 50 migrantes que fueron secuestrados por hombres armados y con el rostro cubierto partieron el fin de semana de la ciudad de Tapachula, Chiapas y tenían como destino Monterrey.
Fuentes entrevistadas por El Financiero señalaron que los delincuentes, a quienes identificaron como integrantes del Cartel del Golfo, abordaron a sus víctimas a las afueras de la zona urbana del municipio de Matehuala.
“Nos percatamos porque se salió de la ruta ahí en Matehuala, entre Matehuala y Cedral, el autobús fue desviado de la carretera 57, lo metieron a un poblado que se llama San Pablo”, aseguró en entrevista para El Financiero, José Luis López delegado de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram) en San Luis Potosí.
De acuerdo con los datos arrojados por el sistema de rastreo satelital, el autobús permaneció inmóvil durante unos 30 minutos en esa comunidad, después se reincorporó a la carretera 57, para finalmente ser abandonado en territorio de Nuevo León.
Criminales pidieron rescate por cada uno de los migrantes secuestrados
Antes de eso, los supuestos criminales se contactaron con la empresa propietaria del autobús identificada como Heva Tours, exigiéndole un rescate de mil 500 dólares por cada persona, pero al no contar con los recursos suficientes, el camión fue abandonado sin pasajeros.
“Por eso es que se dio cuenta el transportista después de las 2 de la mañana que el autobús se desvió de la ruta, a las 4 de la mañana le hacen una llamada diciéndole que eran del Cartel del Golfo y pidiéndole una cantidad de $1500 dólares por persona para poder liberar a los migrantes y a los operadores”, señaló el delgado de la Conatram.
La empresa Heva Tours tiene sus oficinas en Tlaxcala, lugar del que también son originarios los dos choferes, cuyos familiares ya interpusieron la denuncia por secuestro.
El martes por la noche, la Secretaría de Seguridad Pública de Nuevo León, informó que solo nueve migrantes habían sido localizados y rescatados por Fuerza Civil, después de que lograron escapar de sus captores.
Los migrantes, originarios de Venezuela y Honduras, se encontraban extraviados en la zona rural de la carretera Matehuala- Saltillo a la altura del kilómetro 73.
De acuerdo con las autoridades las personas rescatadas tendrían entre 18 y 35 años de edad, pero de los 41 migrantes y de los dos choferes aún no se sabe nada.
José Luis López hizo un llamado al Gobierno federal y a las policías estatales para reforzar la vigilancia en las carreteras, pues ese tramo carretero ha sido escenario de diversos hechos delictivos.
“En las carreteras no tenemos absolutamente nada de seguridad, tanto de Guardia Nacional como la policía estatal, no están brindando la seguridad necesaria las carreteras están solas”, expuso.
“La Guardia Nacional la realidad es que está rebasada no tiene capacidad para poder vigilar las carreteras. Y eso es lo que ha ocasionado que al no haber seguridad en las carreteras la delincuencia está desatada”, agregó López.