Por la llegada de más personas migrantes a Ciudad Juárez, Chihuahua, los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) cerraron los puentes Paso del Norte y Zaragoza para realizar simulacros de crisis, durante la mañana de este sábado.
El director del Fideicomiso de Puentes Fronterizos, Rogelio Fernández Irigoyen, informó que estos simulacros se realizan diariamente por parte de las autoridades estadounidenses a fin de tener preparado a su personal.
Cabe recordar que en los últimos días se han registrado dos intentos de cruce por las vías del ferrocarril en el punto conocido como “Puente Negro”.
En la última ocasión, las personas migrantes congregadas eran más de 300 e intentaron cruzar por la fuerza.
Los elementos de la Patrulla Fronteriza repelieron con balas de goma y bombas de gas lacrimógeno a la multitud, quienes poco a poco fueron abandonados el bordo del Río Bravo.
Este día sábado a temprana hora, los usuarios fueron sorprendidos con el cierre de los cruces fronterizos al filo de las ocho de la mañana para vehículos y peatones.
Después de un par de horas, el Puente Internacional Paso del Norte, conocido como Santa Fe o Juárez, fue reabierto tras retirar las barricadas de concreto y plástico que cruzaban a todo lo ancho el cruce.
No obstante, el Puente Internacional Zaragoza se mantiene cerrado por el simulacro donde el personal realiza una serie de ejercicios en conjunto.
Fernández Irigoyen manifestó que esos simulacros son diarios y por lo regular no duran más de 15 minutos, pero no los hacen simultáneamente en todos los puentes internacionales.
Dichos ejercicios se realizan independientemente de la afluencia de migrantes en la ciudad o de la cercanía que tengan a los cruces fronterizos.
No obstante, dijo que en estos días si hay afluencia de personas en movilidad en los puentes internacionales a ciertas horas del día, pero sin ocasionar problemas.
En el último intento de cruzar a Estados Unidos, más de 200 migrantes en su mayoría venezolanos, pretendieron pasar la valla metálica usando la fuerza, siendo repelidos de manera inmediata.
Agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP), de la oficina del Sheriff y de la Guardia Nacional de Texas estaban preparados para esta incursión, para lo cual realizaron varias descargas de balas de hule y dos bombas de gas lacrimógeno.
En ese momento, los migrantes gritaban a las fuerzas estadounidenses que no dispararan, que pararan el fuego, porque había mujeres y niños en el lugar.
Para entonces, los migrantes buscaron refugio y comenzaron a retroceder hasta el punto dónde se habían congregado horas antes.
El ambiente estaba tenso, pero la retirada de los migrantes de la puerta de entrada en el Río Bravo comenzó poco a poco a calmar la situación.
Ahí a espaldas del edificio de la Presidencia Municipal, duraron largo rato intentando recomponer las filas, pero poco a poco se fue dispersando la masa migrante.
El flujo de migrantes hacia Ciudad Juárez sigue aumentando y diariamente llegan por diversas vías, pero especialmente viajan arriba de vagones de carga.