Atrás quedaron los sinuosos y ondulados caminos que serpenteaban la Sierra Madre Occidental entre los límites de Sinaloa y Chihuahua, que servían al trasiego de la goma de opio y marihuana que llegaba a Culiacán en la década de los sesenta y con ello florecía el narcotráfico que originó el estigma sinaloense.
Este martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró una carretera pavimentada de 140 kilómetros que comunica a Badiraguato, Sinaloa, con Parral, Chihuahua.
El trayecto reduce de seis a dos horas el traslado entre las dos entidades ubicadas en el llamado Triángulo Dorado de la sierra, donde floreció el narcotráfico y procedió al surgimiento de capos, como Joaquín ‘Chapo’ Guzman Loera, Ismael ‘Mayo’ Zambada, Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carrillo ‘Don Neto’, los hermanos Beltrán Leyva, Juan José Esparragoza Lara, entre otros.
Esta carretera beneficiará a 560 comunidades rurales de Sinaloa y Chihuahua. Su construcción inició en 1967 con un tramo desde la población llamada Pericos en la carretera México 15 (que une a las ciudades de Culiacán y Guamúchil).
Los primeros kilómetros de asfalto fueron cubiertos únicamente hasta la cabecera municipal de Badiraguato, pero se veía casi imposible que se ampliara hasta Chihuahua.
Los habitantes de la sierra transitaban por caminos sinuosos, entre barrancas y arroyos, lo que facilitaba el transporte de marihuana y goma de opio con la que se producía heroína en talleres rústicos en sectores aledaños de Culiacán.
El tramo inaugurado tuvo una inversión de dos mil 866 millones de pesos y llega hasta el municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua. Con esta ruta se beneficia a los habitantes para trasladarse a escuelas, hospitales y facilita la comunicación y el intercambio comercial.
La carretera Badiraguato-Parral es conocida como la México 24. Es un eje troncal que une a las carreteras México 15 (México-Nogales) y la México 45 (México-Ciudad Juárez), y en su trayecto beneficia a más de 217 mil habitantes de 560 localidades de la sierra.