Además de Chichén Itzá, Kukulcán tendrá descendencia en otras partes de Yucatán, al tener la posibilidad de que familias yucatecas adopten a uno de los seis “perritos sagrados de Chichén”, rescatados en esa zona arqueológica, una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno.
El director del Patronato Cultural, Mauricio Díaz Montalvo, indicó que el 17 de enero pasado, como parte de la “Operación Rescate Perritos de Kukulkán” se encontraron a seis de estos animalitos: cinco cachorritos, tres machos y dos hembras de apenas dos semanas de vida, más la mamá, que resultó ser una perrita muy dócil y amigable.
Señaló que posteriormente fueron trasladados y entregados a la veterinaria Planed Pethood, que colabora en este proyecto que se inició desde antes de la pandemia a petición del INAH.
El rescate de los perros se inició desde antes de la pandemia porque fueron detectados muchos cuando subían en el castillo de Chichén Itzá, pudiendo causar daños en esta joya arquitectónica, más el riesgo de salud pública que representan, ya que no reciben ningún tipo de atención, anotó.
Suman 13 perritos rescatados de la zona arqueológica
Díaz Montalvo subrayó que la “Operación Rescate Perritos de Kukulkán” ya suma a 13 en total, de los cuales solo uno fue devuelto su hábitat, pues fue considerado que no le hubiera sido posible convivir con personas, todos los demás fueron adoptados.
Sobre los seis “lomitos” rescatados en días pasados, precisó que dada la condición de los canes, los expertos que los atienden consideraron que todos son “candidatos” a ser dados en adopción.
Sin embargo, dijo, en esta ocasión habría que esperar al menos un mes para que se haga la entrega, pues están en etapa de lactancia y dependen de su madre.
El director del Patronato Cultural subrayó que quienes se interesen en adoptarlos pueden separar al que le guste y tener en casa a un “perrito sagrado de Chichén”.
Mauricio Díaz puntualizó que por la emergencia sanitaria se suspendió el proyecto, pero se retomó en 2022, y aclaró que la idea no es dejar sin perros la zona, pues es importante que se queden algunos porque generan un equilibrio y evitan que otros entren.
“La idea es que los que tengan que ser regresados lo hagan ya esterilizados, y desparasitados, y así evitar que sigan reproduciéndose de manera indiscriminada”, anotó.
El primer rescate ocurrió el 11 de febrero de 2022; el segundo fue el 2 de mayo; el 17 de junio fueron otros tres perritos y el 1 de agosto de 2023 fue el último conocido como “El chino” que estuvo a punto de perder una de sus patitas, pues llegó con una herida grave a punto de gangrena.